GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los productores agrícolas están a la espera de que el Gobernador coahuilense, cumpla con su compromiso de reunirse con su homólogo de Durango para abordar lo relacionado con la construcción de dos presas en ambas entidades.
El gerente de la Asociación de Agricultores de la Región Lagunera del Estado de Durango, Alejandro Estrada González, dijo que los productores insistirán en que se construya la presa reguladora de “El Realito”, en lugar de las dos presas captadoras que se tienen proyectadas, la de “El Tigre”, en el municipio de San Juan de Guadalupe y “Cañón de la Cabeza”, en la región de Jimulco.
Durante la reunión ordinaria del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, que se llevó a cabo ayer en la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, se hizo mención de que el sector empresarial también está a la expectativa de que dicha reunión se lleve a cabo.
El representante de los agricultores privados refirió que aún está por definirse la fecha en que los gobernantes llevarán a cabo la reunión a la que seguramente, los productores también asistirán y que según el compromiso de Enrique Martínez, debe celebrarse antes de que concluya este mes.
Alejandro Estrada dijo que la Comisión Nacional del Agua también había dado a conocer que antes de cualquier licitación para el inicio de las obras, se llevaría a cabo la presentación del estudio de impacto ambiental de dichas obras, que de acuerdo con lo que se tiene proyectado, rebasan los 30 millones de pesos como inversión.
Los agricultores esperan que se hagan públicos los resultados de dicho estudio, el cual debe estar a cargo de una instancia ajena a las dependencias de gobierno y que muestre la realidad en torno a los beneficios y perjuicios que se ocasionarán con la realización de estas obras.
Los productores insisten en que será una minoría la que se beneficiará con la construcción de la presa “El Tigre”, en el municipio de San Juan de Guadalupe y por lo tanto se afectará a los miles de productores temporaleros que dependen de las aguas “broncas” del río Aguanaval para sacar adelante la producción.
Hasta ahora, los gobiernos estatales no han tomado en cuenta la postura de los productores, tanto privados como del sector social, en el sentido de que sería de mayor utilidad una presa reguladora, que no se convierta en almacenadora como ocurrió con la presa de “Las Tórtolas”.