La idea de destinar un sector a la instalación de fábricas e industrias fuera de la zona urbana se había comentado desde 1952; sin embargo, no fue sino hasta 25 años después cuando esta iniciativa fue retomada con el fin de hacer de ella una realidad.
De acuerdo a documentos de la Unión de Empresarios de la Ciudad Industrial de Torreón, la urbanización de la primera etapa de lo que sería la zona fabril, despertó una gran confianza entre los empresarios por el futuro de esta región.
La participación de Óscar Flores Tapia y Francisco José Madero, gobernador de Coahuila y alcalde, respectivamente; así como la Canacintra Torreón, encabezada por Arturo Rodríguez Meléndez, hizo pensar en una rápida y firme cristalización de este ambicioso proyecto.
Los trabajos de urbanización de la primera parte de la zona fabril habían dado inicio ese mismo enero de 1977 y, de acuerdo con las apreciaciones de los contratistas, finalizarían en dos meses más.
Por su parte, los integrantes del patronato de la Ciudad Industrial, encabezado por Jorge Duéñez Zurita, dieron a conocer al Gobernador la cantidad de 40 millones de pesos como la inversión para la urbanización de la primera fase de la obra.
De esa suma, 23 millones habían sido ejercidos en diversas obras de infraestructura, mientras que otros siete en la adquisición de los terrenos.
El 29 de octubre, día en que los contratistas habrían de entregar la obra en la Ciudad Industrial, se veía ya colocado un cartelón donde se leía la siguiente leyenda: “Hoy 29 de octubre inicia la construcción de Especialidades Mecánicas y Automotrices”. La industrialización de Torreón había iniciado.
El 2 de noviembre de 1977 se llevó a cabo el acto de iniciación formal de actividades de la nueva y moderna Ciudad Industrial de Torreón.