Sandwich, Inglaterra (Notimex).- En el futuro las mujeres podrán contar con la ayuda de pastillas similares al viagra para enfrentar problemas de disfunción sexual, informaron fuentes de los laboratorios Pfizer, que ya han realizado las primeras pruebas.
El director ejecutivo y líder del equipo de desarrollo integral de los laboratorios, Mitradev Boollel, explicó a Notimex en esta pequeña localidad ubicada al sureste de Inglaterra que el nuevo producto tendrá "diferencias" respecto a su predecesor para hombres.
"La diferencia que existe entre las pastillas que ayudan a la disfunción eréctil masculina y las de la mujer es que las segundas tendrán el potencial para incrementar la lubricación vaginal y la erección del clítoris", explicó el especialista.
Con ello, agregó el científico, se logrará "incrementar la sensación genital y la satisfacción".
Boollel, quien en 1993 hizo una importante contribución al primer desarrollo de Viagra (sildenafil), también precisó que no será la misma pastilla porque el componente activo sólo está autorizado para atacar la disfunción eréctil masculina.
No obstante, el experto destacó que "no se sabe cuándo se presentará la pastilla para la disfunción sexual femenina, ya que como cualquier otra investigación tiene un proceso que tarda varios años y ésta inicio en 1996".
Informó que "en septiembre del 2002 se realizó, dentro de la primera fase de la investigación, un estudio con mujeres en la ciudad de Vancouver, Canadá".
También refirió que el estudio ya se realizó en Estados Unidos durante 12 semanas con un grupo paralelo de mujeres que presentaban disfunción sexual en su etapa de post-menopausia.
Los resultados, subrayó, han sido efectivos, pero lo más importante es la tolerancia que las mujeres han mostrado al producto.
El científico explicó que en la primera fase los laboratorios se enfocan al aspecto de la seguridad, por encima de los relacionados con la efectividad, sobre todo cuando se trata de un compuesto nuevo.
"Dicha etapa dura un año, con dosis muy bajas del compuesto que normalmente se administran a un grupo pequeño de voluntarios sanos bajo supervisión de un médico en un hospital", detalló Boollel.
Una vez que se supera la primera fase, la siguiente abarca dos años de pruebas y la tercera puede llevar de dos a cinco años, ya que involucra a un número de pacientes que van de los tres mil a los 10 mil en diversos hospitales y centros médicos, añadió.
La realización de un estudio de esta índole requiere de un equipo de al menos 100 científicos, abundó el experto de Pfizer.
El científico comentó que el impacto de la disfunción sexual femenina afecta la calidad de vida de las mujeres que la sufren, pero frecuentemente el problema es ignorado.
"La mayoría de los médicos nunca preguntan a un paciente sobre sus dificultades sexuales, y los pacientes (hombres o mujeres) no se atreven a platicar con su médico esos problemas", lo cual es en sí mismo un problema, enfatizó Boollel.