Me enteré por los medios de comunicación que este año se descontinuó el modelo tradicional de la Volkswagen, el Sedán dos puertas, que fuera originalmente diseñado en la Alemania de Hitler por una firma armadora de coches que fabricaba modelos muy finos, sobre todo de motor, siguiendo un poco la idea de los coches Ford de los Estados Unidos, para que la población alemana en general pudiera tener un automóvil al alcance de la baja economía que imperaba en la época de la Segunda Guerra Mundial.
Al conocer la noticia y después de asegurarme que sí era verdad, me puse a reflexionar sobre la historia de este tipo de coche en mi vida. Mi primer auto fue uno de ésos, de segunda mano, después me compré uno igual pero nuevo y posteriormente lo cambié por un coche más grande, sobre todo por la necesidad de utilizar uno de cuatro puertas, pero siempre lo recuerdo con nostalgia por lo que significó en esa época ser propietaria de algo tan valioso como lo era tener un coche para poder hacer todas mis actividades en la Ciudad de México: trabajar, estudiar y atender los requerimientos de supervivencia (ir al trabajo, a la universidad, al supermercado, al banco, a pagar contribuciones, hacer tarea en equipo, a las citas escolares de mi hijo, llevarlo al médico, a sus deportes, paseos, etc.), siempre con el tiempo limitado.
En lo personal, sólo tenía capacidad financiera para comprarme un coche económico (y en abonos) y si no hubiera existido un automóvil como el tradicional “vocho”, el que además de gastar muy poca gasolina, nunca se descomponía, la vida de la que aquí escribe hubiera sido muy complicada.
El Volkswagen de segunda mano me lo tomaron en cuenta por el nuevo, y cuando cambié este último después de varios años de uso, se lo vendí a un hermano, el que a su vez, también después de un buen tiempo, se lo vendió a un sobrino, el que a su vez se lo vendió a un primo y así, por muchos años, ese coche permaneció en la familia o con personas allegadas a ella. Esto da una idea de lo excelente que era ese automóvil.
Yo pienso que en todas las familias existe una historia relacionada con un “vocho” y es una pena que se le descontinúe, pero, también me enteré que el que va a permanecer es el modelo Beetle fabricado desde 1990 como una sustitución del anterior. Ojalá que alguno de mis nietos llegue a tener la oportunidad de usar también, como su abuela, un coche económico, de segunda mano y aguantador, para empezar su vida automovilística. Es un buen inicio.
cotygube@hotmail.com