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STO DOMINGO, REP. DOM.- En 1492 Cristóbal Colón llegó a una isla que habría de convertirse en la puerta de entrada a las Américas. La llamó La Española y en ella se fundó la primera ciudad del Nuevo Mundo: Santo Domingo, la actual capital de República Dominicana y una metrópoli en la que se funden el carisma de lo antiguo y la sofisticación de lo moderno.
Erigida entre las márgenes del río Ozama -actualmente uno de los más importantes del país- y la costa caribeña, Santo Domingo ofrece todos los atractivos de una ciudad colonial que, además de ser rica en historia, es bañada por un mar de verdes y azules intensos.
La capital dominicana es un lugar de primicias. En ella se construyó la primera edificación militar del Nuevo Mundo -la Fortaleza Ozama-; la primera catedral del continente -La Catedral Metropolitana y Primada de las Indias, que con el paso del tiempo se convirtió en el centro de la cristiandad del hemisferio-, y la primera universidad de América -con el nombre de Santo Tomás de Aquino-, la cual valió para que Dominicana fuera llamada la Atenas de las recién descubiertas tierras.
Ello, sin mencionar al primer hospital, el primer monasterio y la primera corte de leyes.
En sus inicios, la ciudad sirvió como modelo para otras urbes de América Latina. Su arquitectura colonial es considerada la más rica de Las Antillas, por lo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la ha declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Caminar por sus calles de adoquín y admirar sus anchas casas e iglesias de piedra de fines del medioevo, recuerda a los visitantes paisajes de ciudades mexicanas como Querétaro o Guanajuato.
Muchos de sus edificios históricos están convertidos hoy en acogedores cafés, modernos hoteles o restaurantes de clase internacional en los que lo mismo se puede disfrutar de comida típica regional que de otras latitudes.
La zona más importante de la ciudad se conoce como la Ciudad Colonial. Monumentos magníficamente conservados, fortalezas donde priman los arcos y las columnas y ruinas de inmuebles que alguna vez pertenecieron a Colón y sus descendientes, hacen de Santo Domingo un lugar magnifico para viajar a través de siglos de historia.
Bañada por el mar...
A pesar de tener al Caribe como vecino, el mar no es el principal atractivo de Santo Domingo. Y es que ésta posee varios kilómetros de costa, pero carece de playas.
Sin embargo, no se puede decir lo mismo de Dominicana entera.
Kilómetros y kilómetros de playas de arena blanca y fina se extienden por todo el país. En ellas, el mar se ha olvidado de que existen las olas y la paz de sus aguas permite en ocasiones juguetear con algunos peces.
Hay de todo para el visitante que busca algo diferente y salir de los lugares tradicionales.
Sus propios habitantes recomiendan no acercarse hacia las orillas de la playa, y garantizan la nula delincuencia en la zona turística.
El ámbar es la piedra nacional, al igual que el larimar, una roca color azul cielo que sólo ahí se adquiere.
ATRACTIVOS
Algunos de los lugares que no pueden dejan de visitarse durante una estancia en la capital dominicana son:
-El Alcázar de Colón, las ruinas de San Francisco y las del hospital Nicolás de Bari, la fortaleza Ozama, el Museo de las Casas Reales, el Mausoleo de los Próceres y la calle de las Damas, avenida que en algún momento fue exclusiva para las españolas de la alta sociedad.
-Un lugar especial merece también la Plaza de la Cultura, un verde oasis en el corazón de la metrópoli que agrupa a cuatro museos que bien pueden recorrerse en un mismo día: el Museo del Hombre Dominicano, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Historia y Geografía y el Museo de Historia Natural, además de la Biblioteca y el Teatro Nacionales.
-Tampoco pueden pasarse por alto el Acuario Nacional, el Jardín Botánico, el Zoológico Nacional y el parque de Los Tres Ojos, una impresionante cueva de 15 metros de profundidad con tres grandes lagunas rodeadas de estalagmitas y exuberante vegetación.
Y qué decir de la vida nocturna, si éste es un país en el que la gente lleva el ritmo en la sangre y ha hecho del merengue su baile nacional.
-Para quienes gustan de los juegos de azar, la capital también ofrece decenas de casinos cuyas puertas abiertas son comúnmente sorprendidas por el amanecer.
-Hoy, Santo Domingo es el centro de la actividad nacional. Su extensión la ha convertido en la más grande de las metrópolis del Caribe y una de las más importantes de toda Latinoamérica.
-En ella habitan dos millones de personas, de las casi ocho millones que integran a Dominicana. La capital es la sede de gobierno y su importancia es primordial tanto en la política, como en la cultura y los negocios. Además, es el principal punto de acceso, pues concentra los puertos marítimos y el aeropuerto internacional más grandes de todo el país.
-República Dominicana se encuentra situada en el centro del Archipiélago Antillano, inmediatamente debajo del Trópico de Cáncer, en el Hemisferio Norte.
-Se ofrecen vuelos a Santo Domingo, con escala en Panamá. La duración del vuelo desde la Ciudad de México es de seis horas con 45 minutos, además del tiempo de espera en aduana, que puede ser de hasta 15 minutos. Para mayor información sobre itinerarios y tarifas: www.copaair.com Exigen el pago de un impuesto por entrada al país de diez dólares.
FUENTE: SUN-AEE