?vistos desde primera fila
María, joven de 19 años, estudió los primeros años de su carrera de Ingeniería en los Estados Unidos, y un buen día decidió regresar a terminar sus estudios a su natal Palestina, al lado de sus padres. Según de los compañeros de clase, María bien pudiera haber concursado para Miss Estados Unidos, alta, delgada y bella.
Apenas retornar a Palestina, María se dio cuenta de la situación que allí prevalecía, y el caos que imperaba. Los meses pasaron y un buen día le tocó ver cómo los soldados israelíes mataban a un vecino, luego de haberlo seguido hasta su casa tras haber hecho un atentado terrorista.
A tan sólo un par de kilómetros -del lado israelí-, vive Sofía, de la misma edad que María, y de su misma belleza, que estudia la carrera de Filosofía y Letras en una universidad de Israel. Sofía estudia por las tardes y aprovecha las mañanas para ayudar a sus padres en las labores de la casa.
Ironías del destino quizá, pero sin haberse aún conocido entre sí, por las mismas fechas, cada una se comprometió en matrimonio con jóvenes de buenas familias y reconocida solvencia; María con un ingeniero palestino y Sofía con un médico israelí.
Sólo habían pasado seis meses de haber llegado María a Palestina, y el destino ya había arreglado que ambas se conocieran. María salió ese día para la universidad y Sofía, que estaba por terminar de hacer la comida de su casa decidió bajar al supermercado a comprar algunos ingredientes que le faltaban, pues ese día festejaría el cumpleaños de su mamá.
Eran las dos de la tarde cuando Sofía llegó al supermercado y se encontró con una bella muchacha -María- que discutía algo con el guardia de la tienda, en una fracción se segundo, sus miradas se juntaron, María volteó y vio los ojos tiernos de Sofía, mientras Sofía vio aquella fría y extraña mirada en la cara de María, mezcla de coraje y determinación.
Todo pasó en fracciones de segundo, María se metió la mano a su chamarra como queriendo sacar algo? pero no sacó nada, un segundo después? ambas volaban por los aires hechas pedazos, llevándose con ellas, al guardia del supermercado, y a una docena de civiles inocentes, entre ellos varios niños, cuyos cuerpos despedazados quedaron esparcidos por el local.
Los padres de María aún esperaban a que ésta llegara de la universidad para comer juntos y fue por la televisión que se dieron cuenta de que ella no regresaría jamás. Los padres de Sofía oyeron la explosión como si ésta hubiese sucedido en su propia cocina? momentos más tarde, alguien subió las escaleras para decirles que su hija yacía despedazada en el supermercado por haberle tocado el momento exacto en que una bella ?guerrillera suicida? de tan sólo 19 años se había inmolado con una bomba en protesta por la ocupación israelita a los territorios palestinos.
Días más tarde, un video fue publicado donde María explicaba ante una pequeña cámara casera que al día siguiente por la mañana, en punto de las dos de la tarde se llenaría el cuerpo de explosivos, se acercaría a un supermercado lleno de israelitas y ahí mismo jalaría del detonador que llevaría oculto en la bolsa de su chamarra, para volarse en pedazos llevándose con ella ?a cuantas personas estuvieran a su lado?.
Poco importó a María el haber dejando tras de sí a un novio con planes de matrimonio, y a unos padres con el corazón destrozado, que no alcanzaban a comprender cómo una muchacha de 19 años, con boda en puerta, y a punto de graduarse de ingeniero con los más altos honores, hubiera podido ser convencida por la fracción terrorista suicida de la Jihad Islámica para inmolarse en protesta por la ocupación israelita de los territorios palestinos.
Los padres de María no lo podían entender, los padres de Sofía mucho menos, y yo? menos aún. Jamás entenderé, ni compartiré la idea de usar el asesinato de personas inocentes como excusa para protestar por? ¡algo!..., por más ?justo? que fuera el motivo de la protesta, y por más ?injusto? que fuera el hecho que se viniera padeciendo.
Ojalá y muy pronto aparezcan personas sabias, cuya mediación y buenos consejos terminen de una vez por todas, no sólo con el conflicto palestino-israelí en Oriente Medio, sino con el de los Tutsy y los Utu en Uganda, los protestantes y los católicos en Irlanda, los blancos y los negros en Sud-África, servios contra croatas, y decenas de conflictos raciales y religiosos más que aquejan hoy día a este mundo moderno, antes de que los conflictos se resuelvan por sí mismos, al aniquilarse todos y cada uno los contendientes? ¡MUTUAMENTE!
CURIOSIDADES:
Como no quisiera dejarlos hoy con mal sabor de boca, déjeme platicarle algunos datos curiosos:
Sabía usted que la conocida frase: ¡Si los perros ladran Sancho, es señal de que cabalgamos!, jamás fue escrita por Cervantes en ninguna de las páginas de El Quijote, como tampoco la famosa frase: ¡Elemental mi querido Watson!, fue escrita jamás por Arthur Conan Doyle en su famosa novela, Sherlock Holmes.
Más aún? Ni mi muy querido ?colega? Eduardo Cornú, ni mi propio hermano Ale sabrán por qué se les llaman cataratas a esas opacidades que se forman en los ojos? aaaah? pues no los quiero apantallar, pero resulta de que en la historia antigua, se les llamaban cataratas (del latín catarractes) a las compuertas de las grandes fortalezas antiguas, mismas que impedían el paso de la gente hacia el interior... y es por eso que hoy día les llamamos cataratas (oculares) porque también impiden el paso, pero ?de la luz? hacia el interior del ojo? oooh... dirá mi colega? lo que uno llega a aprender? cuando no tienes jale.
www.internetual.com.mx/llama