Los años pasan y cada quien nos vamos acomodando dentro del estrato social al que creemos pertenecer. Y así los hay gente que tiene un buen trabajo y se considera ricos, aunque no tan ricos como el dueño de la cadena de tiendas que tiene su propio Jet, y éste se siente pobre si se compara con multimillonarios como Bill Gates, el Aga Kann y un Jeque petrolero.
Mirando hacia abajo, la mayoría de nosotros nos incluimos en el populoso grupo de gente de clase media, misma que tiene más escalones socio-económicos que las escalinatas del edificio Monterrey, y dentro del cual los hay que tienen de todo y comen bien y quienes careciendo de muchas cosas, al menos… comen bien.
Pero me guste o no, debo de admitir con vergüenza que existen escalafones más inferiores aún -sub-humanos diría yo-, y de los que en aras de la brevedad sólo dividiré en dos grupos: Los pobres que carecen de casi todo, pero que al menos rellenan la panza con tortillas y frijoles, y aquéllos que han sido catalogados en el nada atractivo escalafón de personas que viven en la pobreza extrema, y dentro de los que se ubica un padre que llega a su casa luego de no haber encontrado trabajo o de estar trabajando por un sueldo miserable, y se va a la cama sin cenar, sabiendo de antemano que su esposa y sus hijos se fueron a dormir esa noche… con hambre.
Esto, señores, es una realidad en nuestro México, tan real como que el 50 por ciento de los mexicanos son pobres y de ellos el 21 por ciento viven en esa denigrante y penosa pobreza extrema… conocida por todos como vivir en la miseria. De cada cuatro mexicanos, dos son pobres; de esos dos, uno de ellos vive en la pobreza extrema… glug… ¿Qué duro… no lo cree?
Esto viene a colación por las declaraciones de Fox en relación a una encuesta que nos dice que en los dos últimos años, 3.4 millones de mexicanos de pobreza extrema han subido al nivel de solo pobreza, lo cual por muy panista que me sienta, creo que es una real mentira, aunque reconozco que ellos se basan en una encuesta que le hicieron a 2000 personas pobres y cuyos resultados multiplicados por coeficientes poblacionales determinados, les arrojan estos resultados.
La explicación de estas cifras se sustenta en que, al no registrarse prácticamente inflación en los últimos dos años -y si, algunos pequeños aumentos salariales-, las escasas monedas -no billetes- que logran conseguir esta gente de pobreza extrema les han alcanzado para comprar un poco más de comida, pero no eche las campanas al vuelo al oír mis palabras, pues al referirme a comida, me refiero sólo a frijoles y tortillas…¡nada más!
¿Cuál sería entonces la forma de que los muy pobres pasen a ser sólo… pobres?... y la respuesta no es otra que generar empleos, pero no espere usted que venga Fox a generarlos o a ponerle una fabriquita… ¡usted debe hacerlo!, usted que tiene un dinerito en el banco y que no lo quiere sacar por miedoso… ¡Sáquelo!... ponga un negocito pequeño y contrate a uno o dos empleados para que lo ayuden, con ello estará subiendo de nivel a dos familias, y si todos lo hiciéramos igual, en pocos años habremos eliminado a ese denigrante y vergonzoso estrato de nuestra sociedad que es conocido peyorativamente como gente… miserables.
Cuando todos tratemos de ponernos a producir algo, a fabricar algo, a contratar gente que nos ayude, ello hará que el famoso Producto Interno Bruto (PIB) suba, pero para que esto suceda el crecimiento deberá de ser cercano al seis por ciento anual, lo que de pronto nos parece imposible, aunque hoy día hay países que lo están logrando como China y Corea, y si ellos pueden, nosotros -Mexicanos al grito de guerra-… también podemos.
Cierto es que cuando hablamos de crecimiento nos vamos directo a los números y en ellos decimos que si somos 100 millones de mexicanos, y juntos tenemos 100 millones de pesos es que a cada uno nos toca un pesito. Ahora que si luchamos por crecer económicamente y en cinco años logramos tener 120 millones, de poco nos va a servir si demográficamente hemos crecido a 150 millones de mexicanos.
Se que tocar estos temas me hará como siempre meterme en problemas, y ahora sería con las doctrinas de la iglesia que nos invitan a no usar métodos de control natal basados en la premisa de que en el mundo... ¡hay suficiente comida para todos!… ¡y es cierto!, lo que no mencionan es que se crece demográficamente en África, India y China, mientras que la abundante comida está en Suecia, Suiza o Estados Unidos, y huelga decir que no hay forma de nacer en un país y luego salirse tranquilamente a comer al otro. En resumen, si nos lanzamos a crecer sin control y sobre poblamos a México, todo ese exceso de mexicanos se irá a pique junto con todos nosotros que ya de por si estamos con el agua al cuello y a punto de ahogarnos.
Estos temas tan dramáticos vienen a colación porque ese 21 por ciento de gente en pobreza extrema está justamente... ¡en el campo!, en los ejidos, en los cinturones de miseria que rodean a las ciudades, y es ahí donde debemos de buscar gente preparada para que ataque esos problemas, haciendo leyes y reformando las ya existentes.
Y es para este fin que están los famosos Diputados, esas personas por las que votaremos el próximo seis de julio. Y al decir votaremos, es que lo estoy invitando a que se pare de su sillón y vaya a ejercer su derecho de voto, para que con ello se asegure de que gente preparada y sobre todo conocedora del problema… los ayude.
De los dos distritos por los que votará Torreón, es el 5 distrito el que incluye entre su campo de acción a algunas colonias pobres de Torreón, junto con poblados y ejidos de Matamoros y Viesca. Y analizando la trayectoria de los gallos en contienda, debo reconocer que el que lleva la delantera es Lalo Olmos, ello por haber estado trabajando anteriormente durante tres años en la Secretaría de Desarrollo Social, cuya función primordial era la de visitar estas colonias populares y detectar sus necesidades, para luego mover la maquinaria burocrática que canalice los recursos necesarios para solucionar dichos problemas.
¡Si… ya se!... ya se que le estoy echando porras al candidato del PRI y usted sabe que soy del PAN, pero qué quiere que haga… ¿Qué le oculte la verdad?... ¿Qué por qué soy panista ya por ello no reconozco la experiencia de un contrincante?... no señor, si se trata de ayudar a esta gente, primero está el decir la verdad y luego mi ideología partidista, pues aquí y en china ética es decir la verdad, y falta de ética es ocultar el valor de alguien, sólo porque soy del partido opuesto. Ahora que el PAN también tiene otro buen gallo en la persona de Belarmino Rimada, quien según dicen, es una buena persona, pero como no lo conozco personalmente, prefiero no inventarle cosas.
Y que decirle del 6 distrito, donde las cosas estarán igual de parejas: Por el PRI está la señora Laura Reyes Retana, por quien mi hija Paty usa sus influencias conmigo para que hable bien de ella -de seguro que es su gallo-, y que aunque yo no la conozco personalmente, quienes si, afirman que es una excelente persona… otra vez echándole flores a la competencia, pero qué quiere… ¡eso me lo dijo gente de toda mi confianza!... y se lo paso al costo y como contrincante tendrá a un excelente gallo en la persona de Jesús Flores Morfin, maestro universitario de prestigio y egresado del Tecnológico de Monterrey.
Discúlpeme que no hable de los otros candidatos, pero tengo poco espacio, aún así, presupongo deben ser todas buenas personas, pero usted sabe que hoy por hoy, PRI y PAN se reparten el queso y aunque el PRD publique a los cuatro vientos que PRI y PAN son lo mismo, lo cierto es que no lo son… bueno… sólo que al referirse a lo mismo, sea a que ambos desean lo mismo. Que la pobreza se extinga, que La Laguna mejore, que Coahuila salga adelante y que México salga cuanto antes de esta recesión que tanto nos afecta a todos, pero más aún… a esa gente que hoy día sigue viviendo en la denigrante y vergonzosa… ¡pobreza extrema!
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