Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Punto de Vista / ¡Primero los niños!... baaa

Dr. Fernando Llama Alatorre

La queja se la oí a mi amigo Saúl, quien al llegar a su casa y ver algún manjar sobre la mesa, más tardaba su cansada mano en moverse, que la voz de su esposa saliendo por entre los gabinetes diciéndole... hey Saúl… ¡Déjaselo a los niños!, ocasionándole a mi amigo un derrame de líquidos gastro-hepáticos -del coraje- que agravaban su úlcera.

Fue entonces que supe que yo no era el único al que le pasaba eso - y estoy seguro que a usted le sucede igual-, sólo que en mi casa es con las galletas Chokies -que tal pareciera que la empresa las creó sólo para los niños– pues mi esposa se la pasa diciéndome… ¡Déjaselas a los niños!... ¡No repitas camarones porque si los niños quieren repetir ya no habrá suficientes! No comas nieve porque engordas… ¡Déjasela a los niños!

Los niños... los niños… ¡Me lleva la…! ...si los susodichos niños “ya hasta se rasuran”, y están tan bien frijoleados –como diría papá– que una buena dieta no les caería nada mal.

Lo cierto es que las madres se toman muy a pecho su papel de protectoras de los hijos, sin darse cuenta de que el que se mata trabajando, trae la comida y se preocupa por todos, es el padre... “osease”... Usted y yo.

Ya basta de que las madres sobreprotejan a los hijos al grado de quererle quitar al papá hasta una dona de chocolate, porque el desnutrido bebé, de 80 kilos pudiera aún tener hambre (Che…cuino).

Y aquí les recuerdo a las madres, que somos nosotros, sus maridos, quienes estaremos con ustedes por los próximos 30 años, y somos también nosotros quienes les seguiremos llevando la comidita a casa, arrimándoles la silla y ayudándolas a ir al baño cuando estén enfermas, mientras sus regordetes hijos, pronto tendrán otras ocupaciones que atender y otra señora que lidiar… así pues... ¡buzas!... “cuídenos bien muchachitas”.

La protección a los hijos se ha llevado a tal extremo, que a veces creemos que nuestra labor en esta vida es trabajar, y seguir trabajando hasta morirnos, para alimentar a una prole hambrienta, y luego de que éstos ya alzan el vuelo, seguir apoyándolos, luego de que éstos empiezan a encargar niños, sin encontrar antes, un buen trabajo para que coman sus… encargos.

Los adultos debemos darnos cuenta de que nuestra vida es efímera, y debemos administrarla mejor, y que la época de tener hijos, cuidarlos y enseñarlos a volar, debe de tener “un final feliz”, que permita a la pareja retomar lo que le quede de juventud y dedicarse a convivir, a viajar y a frecuentar amigos.

Cuantificando

Tómate 25 años para estar bajo la protección de tus padres, estudiar y preocuparte por aprender un oficio. A partir de los 25, y terminada tu carrera, te casas y formas tu propio hogar. Y considero prudente que dediques de 25 a 30 años –que son un friego- a tener tres o cuatro hijos, cuidarlos, darles una carrera y enseñarlos a volar solos.

¡Pero!... a partir de los 50 o máximo 55 años, usted ya debe de pensar en tomar de la mano a su señora, y al igual que se trazaron la tarea de criar a tres o cuatro hijos, ahora deberán trazarse la tarea de “divertirse juntos”... por los siguientes 20 o 25 años que aún les queden.

Y para ejemplo, mi ídolo en esto, siempre será mi amigo Ángel M., quien a sus 55 años –unos menos o unos más- sigue trabajando todos los días del año… aaah… pero no le llames allá por agosto o septiembre, pues tendrás que buscarlo tal vez en China, Japón o Indonesia, la lejana isla de Bali o la Patagonia Argentina, porque cada año, Angelote junta los centavitos que ganó con su trabajo honrado, y tomando de la mano a su esposa, sale disparado a la parte más remota del planeta que aún no conozca… ¡ése es un buen ejemplo a seguir!... ya crió a sus hijos y ahora disfruta con su mujer viajando los años que le queden de vida.

En mi consultorio de ortodoncia, las cosas marchan por el mismo tenor. Con frecuencia veo que las madres llevan a sus hijos para que les arregle los dientes y cuando ellas sonríen, siempre les digo lo mismo… ¿Por qué no se arregla los dientes usted primero?... a lo que siempre responden con la consabida frase… ¡Primero los niños!... como si ellas fueran cadetes del Titanic y encargadas de acomodar a los pasajeros en los botes salvavidas… ¡Primero los niños!... ¡Pamplinas!.. ¡Usted primero señora!... Primero arréglese usted los dientes para que no asuste a su marido en las noches, y luego, ya habrá tiempo suficiente para que yo le deje a sus hijos como “artistas de cine”, pero por favor… no siga pensando como pájara en tiempo de cría… que “primero los niños”, luego los niños, y al final… y si aún queda tiempo…Usted.

Por suerte, las cosas están cambiando. Cuando yo empecé a poner frenos hace 25 años, los pacientes adultos representaban sólo el dos por ciento de mi consulta, mientras que ahora representan el 30 por ciento, lo que me hace pensar que los adultos de hoy, queremos sentirnos bien y sobre todo… ¡vernos bien!... Ello se debe también a los adelantos tecnológicos que hacen que muchos de los problemas dentales de un adulto puedan resolverse con tan sólo cicno o seis meses de traer frenos y con las mínimas molestias. Curiosamente entre mis pacientes adultos tengo más hombres que mujeres… obvio... ¡Primero los niños doctor!

No eche mis ideas en saco roto…Y sin olvidarnos de los niños, pensemos también en nosotros los adultos, y apenas vuelen sus polluelos del nido, tome la mano de su esposa… y que “los niños’’ sepan de ustedes por las tarjetas postales que les enviarán… desde las Islas Fiji del Pacífico Sur.

www.internetual.com.mx/llama

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 32615

elsiglo.mx