Me levanto como siempre entre las seis y siete de la mañana, -no se para qué? me dicen mis amigos, ignorantes de que a esa hora el cerebro piensa mejor, escribes mejor y razonas mejor- si no, que se los diga mi amigo Chuy Hernández- ?en fin -el caso es que siento que dormir más de seis horas seguidas en una noche se me hace un desperdicio de vida, sobre todo cuando empiezas a multiplicar seis horas por 31 días del mes, por 12 meses del año y por 50 años de vida, y luego te asustas de haber estado ?inconsciente? -hasta hoy- 13 años de tu hermosa vida? ¿Qué desperdicio de tiempo no cree usted? Lo que no le he dicho es que luego me duermo como bebé de 14:30 a 16:00 horas,... mmm? eso si que es delicia.
Ya armado con mi termo de café, invariablemente saco a pasear a la Leidy -mi perra- todas las mañanas a la placita de Los Ángeles. Ya para las 6:30 de la mañana te encuentras ahí, corriendo, a jóvenes y no tan jóvenes que ven en el ejercicio la posibilidad de vivir más años.
Don Edelmiro se asoma pasadas las siete A.M., bajo la consigna de querer vivir 80 años, aunque -a según lo veo-, más le vale cuidar sus ahorros pues de que llega a los 90? ¡llega! Mckeón y Abdo aparecen con los primeros rayos del Sol, aunque viendo a ambos tan flacos, me pregunto si no sería mejor que le llegaran primero a las gorditas que al ejercicio -la envidia me corroe-.
Cualquiera esperaría que el ejercicio lo hagamos los hombres pasados de peso alguna que otra modelo -de Rubens y Botero-, pero por irónico que le resulte, son los flacos quienes má hacen ejercicio? Qué cosas verdad?... y si no, sólo medite cuándo ha visto a una gorda en leotardo rosa corriendo en el bosque... aaah? pero que tal esas prospectos de Miss México que deambulan por parques y jardines al punto de dar las ocho A.M.
En fin, que en estas fechas decembrinas de buenos sentimientos y propósitos de cambio, me propongo vivir unos años más al lado de mi familia, y para ello he empezado ya a cerrar un poco el pico, y ahora paseo a la perra no una, sino dos veces al día, para así -y con un poco de suerte- llegar a la edad de don German Navarro y con esa misma vitalidad y salud -aunque lo dudo, pues de esos señores sólo nacen uno cada cien años-.
Dios mío, para esta Navidad sólo te pido dos cosas, que me ayudes a bajar de peso -para así llegar a viejo- y que me ayudes a pagar los colegios de mis hijos. Y adrede te lo pido junto, porque estoy seguro que me contestarás: ¡Párale, párale Fer!? ¿Ayudarte con los colegios?... ni que fuera mago? me es más fácil hacerte llegar a los 90 años? qué digo 90? ¡A los cien!... que hacer que los colegios bajen sus estratosféricas colegiaturas, pero no te preocupes, recuerda que? !el infierno si existe!
Dicho esto, entremos en materia y hablemos de dietas y comidas.
¿Sabía usted que sólo el tres por ciento de los que hacen dietas mantienen su peso por un largo tiempo? Que la ansiedad causada por la dieta provoca estrés y aumento en el ritmo cardíaco, a más de que aumenta la frecuencia respiratoria y la tensión muscular -sobre todo en espalda y cuello- y que todo esto sólo es mitigado por una sustancia que segrega el mismo organismo llamada xerotonina... ¿Qué como la puede segregar su cuerpo?... mmm... ¡fácil!... comiéndose una ración doble de pastel de chocolate con bastante crema y un vasote de leche malteada de vainilla con hielos? aunque con ello, ya le puso en la ma? a la dieta.
¿Sabía usted que los hombres de las cavernas para protegerse de los largos períodos que pasaban sin comer -cuando la nieve les impedía la cacería- desarrollaron un gen llamado ?ahorrador??? Este gen protector evitaba que el cuerpo quemara las grasas de reserva que tenían hasta un grado excesivo, y fue gracias a ello que nuestros antepasados pudieron sobrevivir. Lo malo es que éste aún permanece entre nosotros hoy día, y es el culpable de que llegado el momento, por más que quieras bajar de peso y quemar grasa, el organismo de pronto te dice? ¡hasta aquí llegaste compayito!... y por más que camines y corras? ni ma? no puedes bajar un gramo más.
¿Sabía usted que en los Estados Unidos se gastan anualmente 33, 000 millones de dólares tan sólo en productos de dieta y que dos terceras partes de la población norteamericana está entrando a una dieta, o saliendo de ella?, y que el mayor número de anoréxicos del mundo está en Argentina?
La respuesta del por qué las dietas no funcionan, no siempre tiene que ver con la falta de voluntad, muchas personas creen que la dieta no funciona en ellas porque hay algo que lo estorba y tienen razón? el problema es que el cuerpo esta creado y programado para mantener determinados niveles de grasa corporal sin la cual no podríamos existir? y por ello? no podemos perderlos.
El Dr. Rudolf Lyver y Michel Rosenbaung de la Universidad de Columbia hicieron un experimento con gente obesa y al hacerlas bajar un diez por ciento de su peso descubrieron que el cuerpo parece tener un peso ?ya programado? y cuando el cuerpo llega este peso programado, de ahí para adelante se resiste a perder más grasa, el metabolismo del cuerpo disminuye, el gasto de energía disminuye y por eso muchas dietas terminan por fallar.
Pero eso no fue todo, a la hora de que -a las de a eggs- las forzaron a bajar más allá de lo que el cuerpo tenía programado como su peso ideal, sonaron de pronto campanas de alarma que mandaba el cuerpo, la persona se sentía cansada, con frío y de mal humor, esto se interpretaba como la respuesta de un cuerpo que intentaba volver a toda costa a su peso inicial.
¿Son nuestros genes quienes frustran nuestras dietas? - nadie sabe a ciencia cierta cómo- pero lo cierto es que el 50 por ciento de nuestro peso corporal esta controlado por los genes, y el otro 50 esta relacionado con nuestra forma agitada de vivir y de comer comidas grasosas.
La mayoría de las mujeres que trabajan y no tienen quién les ayude en casa, evitan cocinar una comida sofisticada y prefieren pasar por un par de hamburguesas o una pizza y comer agradablemente en familia cooperando con ello al aumento de peso de los hijos y desarrollándoles hábitos que después les será prácticamente imposible de corregirlos.
En Estados Unidos, los niños obesos están adquiriendo proporciones alarmantes. Niños de 1.60 de estatura y 85 kilos de peso son niños cerrados, tímidos, miedosos e inseguros; debilidades que desaparecen como por encanto cuando el niño baja 20 kilos y llega a su peso normal.
La grasa es un combustible milagroso que almacena energía y nos permite trabajar y movernos por algún tiempo sin comer alimentos. Un gramo de grasa almacena más calorías por gramo que cualesquier otra sustancia, y ello nos permitió sobrevivir en los momentos de escasez de las eras prehistoricas. La grasa nos proporciona nueve calorías por gramo mientras que un gramo de azúcar sólo cuatro.
En épocas pasadas la gordura era vista como bella, pero a principios del Siglo XX nuestros criterios cambiaron al grado de que ahora una persona obesa es considerada como fea, mientras que una persona delgada, siempre se verá atractiva.
Louise Bullman, modelo inglesa contaba que cuando se inició en el modelaje tenía un cuerpo realmente bello y cuando entró a una prueba le dijeron que estaba gorda? ¿Gorda yo?... ¡Si!... para este trabajo hay que estar materialmente flaca. Luego de la prueba vio a una compañera comiéndose una rebanada de pastel grandísima y se preguntaba cómo era posible que esta muchacha estuviera tan delgada si comía así, al rato la vio dirigirse al baño y volvió momentos más tarde limpiándose la nariz? ¡Había vomitado el pastel!... Diablos se dijo? yo también puedo hacer eso, y meses más tarde se había convertido en un bulímica.
La bulimia es un problema común en el mundo de la moda y los artistas, y de ella se valen para poder sobrevivir a base de vegetales y agua. Louise Bullman bajó hasta la talla seis y empezó a ser una artista famosa, con el tiempo y su bulimia, la piel de su cara se demacró y el pelo se le empezó a caer, y fue cuando se lo contó a su hermana. Ésta le dijo que la bulimia era un enfermedad y que podía morir de eso. A partir de esto, Louise dejó de modelar, recuperó su peso, su salud, su piel rosada y su bello pelo.
Se sabe que el aumento de grasas en el cuerpo contribuye a la aparición de la diabetes y enfermedades cardíacas, y es la principal causa de muerte en Estados Unidos.
Antes de comer, los glóbulos rojos se transportan por el torrente sanguíneo a toda velocidad, como si fuera una carrera de caballos, pero 30 minutos después de haber ingerido una comida grasosa, la velocidad ha disminuido notablemente y las células cargadas de grasa se amontonan por todos lados tratando de circular como en un embotellamiento.
Hoy día hemos incorporado la comida a nuestro mundo de trabajo, y ya que hemos de vivir a toda velocidad. Nos es más cómodo traer una comida ?rápida? y grasosa a nuestro lugar de trabajo -computadora, mostrador o escritorio- que prepararnos una comida nutritiva, y es por ello que día con día vamos incorporando a nuestro cuerpo gramos y más gramos de grasa, que aunque en las épocas de las cavernas fue necesaria para que nuestros antepasados pudieran sobrevivir, hoy matan diariamente a millones de personas a todo lo largo y ancho de nuestro bello planeta.
Pongámonos a dieta? y disfrutemos de nuestros hijos y nietos algunos años más. Y si no puede, busque por ahí a la Dra. Mayela Reyes, ella le ayudará, y quizá usted le salga mejor paciente de lo que le resulté yo.
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