Está la crisis tan dura, que ardo
en deseos de servir a “mi pueblo”
¡Mamá!… ¡Quiero ser diputado!
Será que anoche me eché unos tacos de carnitas, el caso es que tuve un sueño… de esos mafufos que luego se sueña Guadalupe Loaeza, donde entrevista a Fox dentro del vientre de su madre… bueno, el caso es que soñé que en vez de Cámara de Diputados, existía la “cámara de los dentistas’’, que hacían campañas dentales en los ejidos y luego se juntaban en Saltillo para discutir las reformas de ayuda.
Obvio sería pensar que para estar en la “cámara de los dentistas’’, el único requisito era ser dentista… aah… pero olvidé decirles que de los 100 “dipu-dentistas”, sólo cinco habían terminado odontología, diez la cursaron sólo hasta dos año por ovíparos y el resto eran jardineros y electricistas, pero eso sí, todos gente de buena voluntad y dispuesta a ayudar -por una corta feria-. Para suerte del pueblo, las leyes cambiaron y ahora el encargado de contratar a los miembros de la cámara, siempre salía con aquello de: Mira mi “dipu-dentista’’, por más buena voluntad que tengas, si no tienes los conocimientos dentales, como diría mi padre en su lenguaje coloquial… ¡No nos sirves para un carajo!
Y en eso que me despierto y me pregunto: ¿Tendrán carrera universitaria los diputados?... ¿Tendrán acaso maestría o doctorado?... mmm... no quisiera ni pensar que se la avientan como los “dipu-dentistas’’ de mi sueño.
La Cámara de Diputados debería funcionar como la más elemental de las empresas de hoy día, exigiendo que sus miembros tengan como mínimo maestría o doctorado en lo que van a hacer -economía, administración o finanzas- para al menos asegurarnos de contar con una Cámara de Diputados preparada académicamente. Es una tristeza que la mayoría de los diputados -y políticos en general- carezcan de estos estudios, y no me vayan a decir que la maestría en buenas intenciones saca adelante a un político sin preparación.
Quizás mi sueño lo influenció, el leer un panfleto en la calle, de que un candidato lagunero a diputado por el PAN era egresado del Tecnológico de Monterrey y con una maestría… a lo que me dije: Bueno, al menos por preparación… no va a quedar.
Es lamentable que muchos de los puestos de diputados, senadores y presidentes municipales se manejen hoy día como premios, de los que se valen presidentes y gobernadores para compensar a sus correligionarios, bien sea por batallas perdidas o por ayudas políticas, y no le digo nombres para no herir susceptibilidades, mejor lo remito a la página del Internet http://www.ife.org.mx, para que vea a todos los candidatos a diputados en el Estado de Coahuila, sé que se encontrará con apellidos conocidos.
Resulta triste el ver cómo los partidos políticos retiran de los reflectores a sus gallos heridos, los maquillan, les soplan en el cuello y los lanzan nuevamente al ruedo, ahora vestidos de candidatos a... diputados, y ello lo hacen porque saben bien que las votaciones para diputados despiertan poco interés en la gente. Y si a ello le agrega usted el enredo que existe con eso de los suplentes y los plurinominales, lo cierto es que tarde que temprano, el partido hace que sus “premiados” se agarren de la ubre de la vaca -Léase: el gobierno de Coahuila- y allí seguirán prendidos durante tres largos años -y ahora se quieren reelegir- viviendo a expensas de nuestros escuálidos impuestos y ganándose una lana que ni usted ni yo, la ganaríamos ni trabajando 24 horas diarias.
Pero qué pasaría si el día de mañana el pueblo decidiera eliminar los excesivos sueldos que cobran los políticos por sus… “servicios”. Yo le aseguro que sólo quedarían unos dos o tres, uno de ellos porque no sabía leer y no se enteró de los cambios, y los otros dos porque andaban de gira de trabajo… en Acapulco.
Cómo me da rabia cuando oigo a los políticos decir que ellos están ahí por el amor que le tienen al pueblo… que poca m…, aunque pensándolo bien, y a como están las cosas hoy día, me está entrando un deseo de servir al pueblo… que no tiene usted una idea.
Y es por ello, que hoy desearía meterme de diputado, senador o presidente municipal, para poder servir a mis semejantes, de ese tamaño está la crisis… perdón… de ese tamaño está el deseo que tengo de servir a mi gente, a mi pueblo, a mi México, y créame que lo haría feliz desde cualesquier curul, donde llegue bien el aire acondicionado, me den un coche del año, dos guaruras, tres celulares sin límite de tiempo, vacaciones pagadas en Cancún, tres meses de aguinaldo por navidades, seguro de gastos médicos mayores y alguno que otro detallillo de ésos que compensan lo que uno se mata trabajando, como… un Rolex Day & Date de oro… “de cambio rápido”... si no es mucho pedir.
NOTA: ¿Habré leído bien?... ¿Qué quieren repoblar de osos negros los ranchos de Coahuila?... ¿Qué los ganaderos aceptamos convivir con osos negros en nuestros ranchos?... ¿Qué Coahuila somos un ejemplo a seguir para los texanos en cuanto a nuestro cuidado por los osos? ... ¡Falso!... En Coahuila se matan a los osos como moscas. Nadie quiere osos en sus ranchos pues se comen las pocas vacas que tenemos, queremos repoblar los ranchos de venados... ¡y no nos los dan!
Lo cierto es que los osos se están acabando poco a poco, y no es soltando osos en los ranchos como se repoblará Coahuila, sino haciendo reservaciones privadas similares al Parque de Yellowstone en USA, donde no haya vacas, donde se alimente a los osos en el invierno -cuando no hay comida en el monte- y a donde sólo se entre para “eco-turismo’’ y no para matarlos… bueno… pero dudo que alguien le quiera meter billetes al asunto… y si se habló hoy del tema, es sólo porque estamos… ¡en épocas de elecciones!
www.internetual.com.mx/llama