TORREÓN, COAH.- Los policías ministeriales que agredieron a los inspectores de alcoholes estaban en completo estado de ebriedad y su resistencia al arresto puso en peligro a ciudadanos que estaban cerca del lugar de los hechos.
Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, informó lo anterior y dijo que el médico de los Tribunales de Justicia Municipal certificó a los tres detenidos y se determinó que todos tenían un alto grado de intoxicación por alcohol.
Como ejemplo, se puso al policía ministerial José Niño Aguilar, quien al ser sometido a la medición con al alcoholímetro, arrojó un resultado de 14.5, cuando el grado mayor de este aparato es de 15 puntos.
El director de Seguridad Pública dijo que este incidente no afectará la relación del Ayuntamiento con la Procuraduría de Justicia del Estado, pues aseguró que primero están las instituciones antes que los individuos, “nosotros no vamos a estar supeditados a incidentes, éstos son casos aislados”, dijo.
Gutiérrez Pesquera dijo que en el interior del vehículo Gran Marquis se encontraron varios envases de cerveza a medio consumir y agregó que los policías ministeriales estaban muy agresivos y se resistían al arresto.
“Cuando llegué al lugar, los ministeriales tenían cartucho cortado y no se dejaban desarmar, otros agentes ministeriales querían que ahí se arreglara todo el problema y que no se hiciera nada”, dijo.
El jefe policíaco dijo que los tres detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público para que integre la averiguación previa y consigne el expediente al juzgado penal, después aseguró que ahora ambas partes se van a decir agredidas, pero aclaró que eso se determinará en la investigación del Ministerio Público.
“Si un elemento de Seguridad Pública es detenido (por algún ilícito), nosotros no intervendremos y dejamos que la autoridad competente determine la situación del agente”, dijo.
Fue una salvajada
Francisco de Urrutia y Gómez, presidente del Consejo Consultivo Regional de Seguridad Pública, dijo que es necesario que los jefes policíacos tengan mayor control sobre sus agentes para evitar que envalentonados por el alcohol, éstos se vean inmiscuidos en problemas como el que se suscitó durante la madrugada de ayer entre policías ministeriales y policías preventivos.
“Creo que fue una metedura de pata, hay que supervisar, hay que llevar un control, no sé de quién es la culpa, eso lo dictaminará el Ministerio Público, no sé quién empezó la bronca, pero sí se me hace una salvajada porque salieron a relucir armas de fuego, gracias a Dios no pasó nada, pudo ser una tragedia con muchos muertos”, dijo.
De Urrutia y Gómez dijo que los policías son muy buenos para disparar sus armas de fuego, pero son muy malos para atinar, “hubo muchos balazos, hubo mucho riesgo y afortunadamente no salió nadie herido”, agregó.
El presidente del Consejo Consultivo dijo: “Si los ministeriales se van a llevar sus armas de cargo a su casa, hay que cuidarlos que no estén tomando”.