Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Todo mundo le teme a esa mansión; dicen que hay monstruos y fantasmas, pero los únicos que pueden investigarlo ¡son los niños de la pandilla!
A partir del cuatro de agosto, las pantallas de televisión serán invadidas por una historia de misterio, suspenso y mucha diversión. Comenzará la nueva producción infantil de Rosy Ocampo llamada Alegrijes y Rebujos.
Los protagonistas de la trama serán los siete finalistas del reality show Código F.A.M.A. situación que representa todo un reto para ellos.
A ocho días de que comiencen transmisiones; Nora, Michelle, María, Diego, Jesús, Miguel y Antonio revelaron algunas de las experiencias “sobrenaturales” que han tenido. ¿Quieres morirte de miedo? ¡Pues acompáñalos!
Mantiene su distancia
Nora Cano, la más pequeña del reparto, dijo ser bastante miedosa, pero se alegró porque nunca la han asustado en su casa, ni ha tenido encuentros de “tercer tipo”.
“Sí creo en cosas de monstruos y la verdad es que le tengo miedo a las brujas y a los fantasmas, pero de todos modos el día de Halloween me disfrazo de bruja o de fantasma y salgo a la calle a pedir dulces”.
El poder de la fe
Realmente fue un “trauma” ver la película del payaso Eso. A Michelle le da tanto miedo ese personaje, que es común que tenga pesadillas.
“También le tengo miedo a los monstruos y fantasmas, pero de todos modos me gustaría conocer una casa embrujada por que me da mucha curiosidad, además sé que Diosito está conmigo, en mi corazón, y que no me va a pasar nada malo”.
Aventuras “peligrosas”
A sus escasos 11 años, Jesús es todo un “aventurero”. En su natal Guadalajara solía ir con sus primos a una casa que dejaron a media construcción. Cuenta que en el interior se escuchaban ruidos bien “gachos”, como que caían o chocaban las piedras con las que la estaban construyendo.
“Nosotros íbamos a buscar la aventura, nos metimos muchas veces ahí. No me daba miedo, al contrario, es muy divertido porque te encuentras con otro tipo de cosas. Sí me gustaría ver un fantasma, pero pensándolo bien, depende de cómo sea”.
Cazafantasmas al ataque
Cómo le hubiera encantado a Diego tener unas máquinas para guardar fantasmas, y ¡no fue para menos!
“Una vez estábamos unos amigos y yo en una pijamada en una casa muy rara y grande, de aquí, del DF en una de esas que bajamos por agua, un cuadro de la virgen se cayó y nosotros, muertos de miedo, salimos corriendo. Luego volvimos a bajar pero ahora con lámparas y con radios, pero después vimos que el piano de la casa se empezó a tocar y que las cosas se movían, ¡me moría de miedo, casi me hacía pipi en los pantalones!”.
La casa del terror
Al igual que sus compañeros de la telenovela, José Antonio ha tenido experiencias con casas embrujadas. Frecuentemente visitaba junto con su familia la casa de su tía María (en Ensenada, B.C.), pero llegó un momento en que casi no querían ir porque se dieron cuenta que pasaba algo raro.
“Se aparecían cosas y escuchábamos ruidos en la escalera además de risas y gritos. Incluso, una vez que mi hermana Karina se quedó a dormir, sintió que iban a abrir la chapa de la puerta”.
¿Una velita?
Miguel de plano dice, “a mí me han asustado muchas veces”, pero de todas hay una que jamás podrá olvidar”.
“Estaba en mi casa con mi papá, cuando de repente se quebró una manzanita de cristal que teníamos. Al momento que se rompió, los dulces que tenía adentro salieron volando y la tapadera quedó en el aire. Nos dio mucho miedo, así que le pusimos una veladora a un señor que se había muerto, y que pensamos que fue él quien nos asustó”.
Le teme... ¡pero a los vivos!
Definitivamente, María Sofía le tiene más miedo a los vivos que a los muertos. La razón: “es más fácil que alguien te secuestre a que se te aparezca un muerto. Por mi parte no les tengo miedo”.
Junto con Miguel, Sofia es la protagonista de la telenovela. Con 12 años de edad y originaria de Baja California, cree en la posibilidad de que un monstruo se le aparezca, pero mientras eso sucede, seguirá tranquila. “Una vez se me apagó la tele sola, pero de ahí en más nada me ha sucedido”.
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¡A LA CARGA!
La primera telenovela infantil de misterio y suspenso Alegrijes y Rebujos estrenó su propia locación, que sin lugar a dudas es excepcional pues tiene la construcción más alta elaborada en un set para telenovelas
En Tepepan, Xochimilco, la producción encabezada por Rosy Ocampo decidió construir toda una mini ciudad para darle vida al mundo alegrije. En entrevista, la productora comentó que la razón para decidir edificarla, fue el no haber encontrado las construcciones necesarias del libreto
En el lugar se aprecia una mansión en la que los siete niños que participaron en Código F.A.M.A. vivirán grandes aventuras. Tiene más de catorce metros de altura y se elaboró en dos semanas. A su alrededor se encuentran un parque con juegos y hasta un lago; postes de luz, casetas telefónicas y varias casas que son de los personajes de la telenovela.
Pero, además de esto se hicieron 150 metros de calles, 230 metros de banquetas, 300 metros de andadores y se usaron diez mil 400 litros de pinturas y pastas entre cientos de tiras de triplay, unicel, acrílico y maderas.
En total se necesitaron seis semanas para darle vida a esta locación en la que laboraron más de 50 personas entre carpinteros, plastiqueros, forilleros, herreros entre otros.
Como cuento de hadas
Cuando decidieron entrar a Código F.A.M.A, los siete niños que protagonizarán Alegrijes y Rebujos nunca imaginaron que después del reality show, tendrían la oportunidad de participar en una telenovela. Sus nombres en la vida real y en la historia son:
Miguel Martínez Alfonso Pascual (Alcachofa)
María Chacón Sofía Domínguez (Chofís)
Jesús Zavala Esteban Domínguez
Diego González Ricardo Sánchez
Nora Cano Nayeli Sánchez
Antonio Hernández Pablo Maldonado
Michelle Álvarez Ernestina Garza
FUENTE : Televisa