GÓMEZ PALACIO, DGO.- Ya están libres. José y Silvia Vázquez Carreón, abandonaron el Cereso local. El Juez Penal que lleva el caso reprobó la acción del abogado que derrumbó la casa en la colonia El Dorado. Después de casi dos meses la familia se reunió, su vivienda está en ruinas, ahora analizan la situación, hay que volver a empezar.
“Fue un abuso y un exceso del abogado derrumbar la casa, sólo recibió la posesión provisional y su fianza no garantiza el daño causado”, señala Luis Enrique Montoya, titular del Juzgado Primero del Ramo Penal.
La citada posesión está vigente hasta que no se resuelva la sentencia del caso sobre la casa ubicada en la avenida Doroteo Arango 452. De tal forma, Rafael Cháirez Castro, abogado acusador del delito de despojo, incurrió en una forma excesiva de intimidación y a la vez cometió un delito por daños.
El litigante es el representante de Gerardo Antero Silveyra González, persona que interpuso la denuncia de despojo contra los esposos Vázquez Carreón, toda vez que se hizo del inmueble el 15 de agosto de 2000, mediante una audiencia de remate efectuada por el titular del Juzgado Segundo del Ramo Civil.
Como se informó en su oportunidad, los inculpados estaban en la cárcel desde el ocho de julio del presente año, indicándose que el problema surgió cuando en 1994, el matrimonio Vázquez Carreón solicitó tres mil pesos prestados al agiotista Juan Orozco Espinoza.
La tarde del jueves 28 de agosto, Cháirez Castro llegó a la finca 452 de la avenida Doroteo Arango y con una máquina ordenó la demolición de la casa. Dentro estaban estaba Karla Paola Vázquez de 18 años y más tarde llegaron sus hermanos, Silvia Alejandra, Valeria Berenice y José Eduardo Vázquez Carreón de 13, diez y ocho años respectivamente.
Sobre la deuda con el agiotista, se informó que el matrimonio utilizó el dinero para viajar a Ciudad Juárez, Chihuahua, con la esperanza de mejorar su situación económica. Dicen que la deuda se pagó, pero el pagaré fue cedido en el 2002 por Orozco Espinoza a Cháirez Castro, ahí empezó la pesadilla de la familia.
Influencias y burocracia
El delito de despojo es un delito que se persigue de oficio y tiene el beneficio de la fianza mientras no se presente violencia en la ocupación. La pregunta obligada era ¿por qué José y Silvia Vázquez Carreón siguen en la cárcel?, y ¿cómo fue que de pronto recuperaron su libertad?
Cuando rindieron su declaración preparatoria el ocho de julio de 2003, el matrimonio fue asistido por Francisco Javier Castañeda Mata, defensor de oficio del Juzgado Primero del Ramo Penal. La fianza en esa fecha fue fijada en casi 50 mil pesos para cada uno.
El tiempo transcurrió y la desesperación de los inculpados también. Decidieron contratar al abogado Gamboa, con ocho mil 500 pesos garantizaba la libertad y hasta la devolución de la casa. Hoy el litigante desapareció y dejó a la pareja y su familia sin dinero.
Apenas la semana pasada el defensor volvió a tomar el caso, el monto de la fianza no había cambiado, la salida era casi imposible, pero Cháirez Castro dio la pausa con su interés por contar con la posesión provisional de la finca.
El aseguramiento de los daños a la casa de Doroteo Arango 452 eran por 45 mil pesos, al cederse la posesión provisional el 25 de agosto de 2003, ya no se tenía que garantizar la reparación del daño, entonces los inculpados pagaron dos mil 500 pesos para recuperar su libertad.
Las relaciones de la parte acusadora sirvieron para perjudicar más a los implicados, hasta se detectó el hostigamiento de una celadora para con Silvia Carreón durante su internamiento. Ahora está pendiente analizar el caso desde la vía civil, para detectar posibles irregularidades.