Baja presentación en productos extranjeros
Los riesgos de que más carnicerías continúen cerrando son altos. Durante la última década ha quebrado el 30 por ciento sólo en la ciudad y de los 30 engordadores de ganado que había sólo quedan tres, a causa de la introducción de carne de los Estados Unidos, que es más barata pero de insuficiente calidad.
La disminución de los ingresos en las carnicerías ha sido considerable, de tal forma que algunas adquieren producto importado y otras de la localidad. Los casos de las que están ubicadas en el mercado Gómez Palacio tienen un consumo distinto. Los productos que principalmente se venden son las vísceras, en donde se incluye el hígado, el riñón, corazón, el menudo y las llamadas “tripas”, según lo comenta el propietario de “Rojo 21”, Víctor Pérez Miramontes, dedicado al oficio desde hace 20 años.
Afirmó que ya la carne “no es un buen negocio”, pues cada vez hay menos locales que se dediquen a la venta de estos productos. Desde 1999 y el año 2000 se han cerrado varias carnicerías al interior del mercado Gómez Palacio. “De 17 que había sólo quedan seis”, afirmó, al comentar que las ganancias que tiene sólo son para tratar de sobrevivir y mantener a su familia, compuesta por tres hijos y su esposa.
Alfonso Rivas León, gerente de carnicería “El Venado”, también distribuidor de distintos productos cárnicos en la ciudad y en el estado, manifestó que actualmente operan unas 450 carnicerías en la capital; sin embargo, en la última década ha cerrado el 30 por ciento de ellas a causa de la crisis que se vive porque se ha permitido la introducción de producto importado, que calificó de mucho menor calidad, pues éste lleva meses en refrigeración.
Rivas León comentó que él mismo tiene ganado de engorda que puede “levantar” en unos 100 a 120 días y que logra colocar en distintas carnicerías y con intermediarios.
El producto cárnico que principalmente se consume es la milanesa. “El kilogramo de carne en promedio se vende en 65 pesos, cuando podría estar en 100 si no estuviera la introducción de producto importado”, explicó el entrevistado.
Estimó que la capacidad en los precios debe estar a la par del mercado que se ofrece y ante la competencia con la carne de introducción que adquieren, generalmente, tiendas de autoservicio. La garantía de la carne de procedencia local se logra a través de algunos engordadores, de los que él forma parte, explicó.
La carne de importación mantiene baja presentación e incompetencia ante la carne local, que es fresca, pero por el precio lo prefieren muchas carnicerías y tiendas, así como establecimientos en donde se consumen estos productos.
Crisis
El cierre
Las carnicerías enfrentan serios problemas a partir de la introducción de producto extranjero.
· Desde 1999 en el mercado Gómez Palacio han cerrado diez carnicerías.
· Actualmente en la ciudad de Durango operan unas 450.
· En la última década ha cerrado el 30 por ciento.
· El principal problema es la introducción de producto importado.
· El producto de importación obliga a los distribuidores a bajar demasiado sus precios.
Fuente: Carnicerías “El Venado” y “Rojo 21”.