Salvo ciertos documentos en la Red sobre “extrañas coincidencias”, poco se explicó de verdad en los medios masivos sobre el atentado del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001. Pero ya empieza a desgarrarse el silencio impuesto alrededor de la tragedia -pretexto de George W. Bush para su megaguerra contra el terrorismo planetario ¡que mantiene!-, sin contar las dos terroríficas invasiones iniciales en pos del petróleo, Afganistán e Iraq. Cada día surgen más indicios -si no es que pruebas- de que el 11 de septiembre fue diabólicamente planeado en principio por Bush y sus tutores halcones, Donald Rumsfeld, real secretario de Superguerra (que no de Defensa) y Richard Cheney, presidente ejecutor (más que vice-presidente de Bush), plus Ariel Sharon, poderosa influencia, “new born zionist”, dentro de la potencia (que no sólo Hitler de Israel), en perfecto contubernio con aliados árabes encubiertos.
Uno de esos indicios fue desde luego la rápida renuncia de Kissinger a W., que conociendo su retorcimiento (remember destrucción de Allende en Chile) le pidió que investigara el atentado de NY para calmar la conciencia de sus conciudadanos, que exigían -y siguen exigiendo una veraz investigación de la histórica monstruosidad histórica tragedia. No todos los gringos son borregos. Pero ¡qué no vería mister K. que no le entró al toro!
Otro indicio es la revelación de que el defensor legal en USA del gobierno de Arabia Saudita (15 de los 19 terroristas que volaron los aviones fatales eran saudis igual que el propio Bin Laden y la secta islámica Wahabbi que llamó a la jihad) frente a la demanda por un trillón de dólares de los deudos de las víctimas del World Trade Center es nada menos que el bufete de Houston Baker Botts. El Baker de la firma es nada menos que el conocido James Baker, secretario de Estado de papá Bush. Baker es también empleado de una riquísima mafia.
EL GRUPO CARLYLE (CAPITAL 14 BILLONES DE DÓLARES) es ya conocido por la opinión pública internacional por ser el proveedor de las armas para Afganistán e Iraq. Acaba además de firmar contratos para equipar a los ejércitos de Arabia Saudita y de Turquía. Es poseedor de la mayoría de las acciones de la compañía Seven Up y de la Federal Data Corporation, proveedora de sistemas de tráfico y de vigilancia aérea de la US Federal Aviation Authority (Autoridad Federal de Aviación). Por un billón de dólares el Grupo reconstruirá la ciudad Bagdad destruida por la maldita Coalición. Por cierto que el primero de mayo George W. anunció el fin de las operaciones militares, pero la víspera sus tropas dispararon y mataron a manifestantes iraquíes inermes que pedían el retiro de los yanquis y el primero de mayo explotó una gasolinera. Quizás para los iraquíes comunes apenas empieza la rebelión y Bush no podrá cumplir su palabra.
Al Carlyle Group lo manejan ex miembros de diversos gobiernos gringos, como el citado Baker. Su presidente, Frank Carlucci, fue director de la CIA antes de ser Secretario de la Defensa. Entre otros importantes miembros del Carlyle Group ex políticos de primer nivel, encontramos al ex primer ministro británico John Major y... a ¿quién creen? Nada más ni nada menos que al mismísimo George Bush senior, quien fuera también director de la benemérita CIA antes de ser presidente de USA para organizar la primera guerra familiar contra Iraq en 1991.
El Grupo maneja las finanzas -va de nuez- ¿de quién creen? Pues de la Saudi Binladen Corporation (SBC), a su vez manejada lógicamente por miembros de la familia de Osama que ayudaron a George W. Bush, cuando papi lo había puesto a dirigir la petrolera tejana Harken Energy Corporation, a obtener concesiones, la Harken llenó de millones de dólares a la familia Bush sobre todo cuando W. vendió las acciones por tener la información privilegiada de que papidoc iba a lanzarse al día siguiente sobre Iraq en 91. También está James R. Bath, representante en USA del hermano de Osama bin Laden. Siempre fueron cuatísimos los Bush y los Bin Laden. Se puede detectar la relación en los 90 en el colapso del Bank of Credit and Commerce International (BCCI). Miembros del directorio anglo-pakistaní de ese banco eran los gringos Richard Helmes y William Cassey, socios de papá Bush y antiguos agentes de la CIA. El director de ese banco era entonces el famoso Adnan Khasshoggi, también representante en USA de los Bin Laden. ¡Diabólica ensalada gobierna actualmente al mundo! Pero llamémosla por su nombre: Es la Megamafia republicana de los amigos de los Bush que horripila hasta a un hombre del presidente Jimmy Carter (hoy pacifista) que inició el desastre de Afganistán al armar a los mujaidines contra los soviéticos abriendo toda esta pavorosa Caja de Pandora. Esto dice mister Brzezinski: “Hoy estamos en el punto más alto de nuestra credibilidad militar pero tristemente, estamos en el peor nivel de nuestra credibilidad política... Es el principio de la Cuarta Guerra Mundial sobre Siria, sobre Líbano, sobre Irán, sobre Arabia Saudita; en otras palabras, convertir a los Estados Unidos en protagonistas de los conflictos en el Oriente Medio. Y de hecho, nos vamos a empantanar”.
Se le olvidó Cuba. Buenas noticias sin embargo, que W. tenga seria oposición interna y que los halcones se peleen entre ellos y que se sepa. Al pobre ciudadano gringo común ya le quitaron su derecho a la libre expresión so pena de acusarlo de “antipatriota”. Allá la gente no la dejan hablar, ni le enseñan a los niños iraquíes descuartizados. Al mismo ex presidente Clinton lo censura hasta el New York Times en sus críticas a Bush.
¿Será por eso que Slim lo trajo a hablar aquí ? El megarrico, ex socio de Salinas, dijo frente a WC que NO quiere ser presidente, sólo que no dijo de cual país.
TENEMOS UN PLANETA EN GRAVE PELIGRO y no sólo en el aspecto político, financiero y militar, sino en el ecológico. La terrible nube de humo que cubre a México y a parte de Texas por la errónea quema campesina de primavera “para preparar la siembra”, debe inquietar al secretario de Ecología, Lichtinger y al de Salud, el Dr. Frenk, en plena expansión de la neumonía atípica. A ver si monitorean ya que no previeron ni educaron.
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