Lo que no sucede en México, no pasa en ninguna latitud del planeta, un país surrealista, bueno, ni André Brenton (1924) nos pudo entender y con su clase política inmersa en sueños oníricos. Las musas son propiedad de poetas y músicos, los paisajes son el placer y paraíso de los pintores y la adrenalina es propia de quien lleva a cabo deportes extremos, mientras la incapacidad, descoordinación e indolencia son derechos reservados de los gobernantes, funcionarios, legisladores y políticos del país. Llenos de acuerdos y pactos están los archiveros, donde por orden del presidente de la República se publican edictos que dicen: “entiéndase, ordénese, publíquese, intégrese, fórmese e instálese este comité o aquella comisión para ejecutar “equis” plan, proyectos que más tardan en disolver la reunión para lo que fueron convocados, que dicha propuesta se diluye entre difusión, pero la realización no llega.
El Plan de Desarrollo Nacional sólo fue una quimera más del Gobierno, como lo fue el proyecto sobre Educación firmado por Reyes Tamez y Elba Esther Gordillo entre otros cientos, ahora los gobernadores se instalan como proyectistas y después de quebrarse mucho la cabeza la Conago desde Cuatro Ciénegas y en presencia del presidente Fox y el secretario de Gobernación Santiago Creel el día 20 de agosto del año en curso firman y lanzan “La declaración de Cuatro Ciénegas”, donde entre otros puntos dice: “Impulsar la próxima reunión de la Conago, reconocer los valores del federalismo, revisar y regular el catálogo de facultades sobre educación, proponer reformas ¿más?, fortalecer las entidades mediante reformas ¿otras? y la redistribución más acertada y estricta en las normas hacendarias.
De estos acuerdos los gobernadores y gorrones jilgueros que les acompañaron, más tardaron en subirse a sus suburbans y aviones que olvidar dicha declaración de Cuatro Ciénegas, eso sí salieron como el Jibarito: locos de contentos.
El país está agotado y hasta la coronilla de la anacrónica fórmula de inventar promesas y declaraciones que sólo le cuestan mucha lana al contribuyente ¿o quién pagó la visita a Cuatro Ciénegas?
El verdadero federalismo se da en los hechos con congruencia entre lo que se dice y lo que se realiza y, para muestra los miles de pactos algunos ni concebidos, los más abortados y otros sólo generando corrupción, hablar de comisiones y fórmulas es común, donde desgraciadamente se engorda el de por sí obeso aparato burocrático.
Por respeto a los millones de miserables del país los gobernadores no deberían llevar a cabo esas reuniones, ¿por qué mejor el dinero gastado en esos actos de autoalabanzas entre estos personajes no se destina a mejorar en algo el desempleo u otros servicios que tanto urgen en el país?
El horno no está para bollos y sin embargo a los gobernadores grillos con tal de ser protagonistas no les importa esto, más si Fox les sigue el juego. Qué lástima por el presidente Fox que ahora se haya distanciado de los ciudadanos y del pueblo en general, tal vez le haría bien leer a Rulfo en un cuento corto -“No oyes ladrar los perros”- y se dará cuenta que el pueblo lleva una carga muy pesada en hombros y él ni siquiera divisa una esperanza. También se recomienda a los gobe´s y secretarios.
Nada le hubiera costado a Fox visitar a menos de 100 kilómetros, al norte de Cuatro Ciénegas, la capital del desempleo Monclova. O saliendo de la tierra de Carranza a sólo 45 kilómetros por las carretera a San Pedro de las Colonias, el Valle del Hundido, donde los lecheros están haciendo su agosto y devastando todo a su paso, por otro lado la carretera a Ocampo le bastaba sólo caminar 30 kilómetros para ver cuevas disfrazadas de jacales o jacales asemejando cuevas que es donde viven los trashumantes cortadores y pepenadores de lechuguilla, orégano y candelilla, que sobreviven gracias a la carne de rata y serpientes que cazan, pero según parece a Fox se le congeló el cerebro y esto fue lo que en días pasados hizo en su visita a Torreón: “Vino, vio y se fue”, la misma actuación en Cuatro Ciénegas.
Como están las cosas sin duda hubiera sido una gran idea de la Conago y de Fox hacer una “Declaración contra la Pobreza y el Hambre” y no andar buscando el federalismo, ése, señores, se lleva dentro, cuando se tienen rasgos y valores como el verdadero nacionalismo y patriotismo y es cuando la honradez y la verdad se demuestra con hechos y con buenos actos por el bien de los gobernados, es decir el federalismo es sostener las promesa de campaña, no las quimeras o medusas que entre sueños y castillos sobre naipes están construyendo en esa cofradía de gobernadores.
¿Cuándo veremos los escépticos y no tan ilusos ciudadanos los resultados de ese acuerdo de federalismo?
Señores, el pueblo, los empresarios, los estudiantes, los campesinos y obreros, quieren resultados y gestiones para elevar el nivel de vida que en campaña tanto pregonaron y para eso se les paga y muy buen sueldo por cierto. De acuerdos y reformas es de lo que está cansado el país.
Señores, una propuesta de este mentecato y seudoarticulista y mis cuatro lectores para la próxima reunión inviten a Manuel Bartlett y ya verán cómo la declaración será sobre la soberanía. Pa’vergüenzas no gana uno.
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