TORREÓN, COAH.- Él permanecerá más de 15 años en prisión y su pequeña hija cargará con el trauma, derivado del brutal ataque sexual, para toda su vida; así quedó escrito en el expediente 10/2002 en el juzgado segundo penal, el desenlace de un caso más de violación infantil registrado en La Laguna.
La sentencia en contra de Jorge Rodríguez Contreras, quien cuenta con 38 años de edad y tiene su domicilio en calle General Murguía 96 de la colonia División del Norte, fue dictada ayer por el juez segundo penal, Pedro Limón, quien dijo que este sujeto incurrió en un delito equiparado a la violación con circunstancias calificativas de prepotente.
El caso pone al descubierto la realidad que se vive en una de las colonias de la periferia de la ciudad, desintegración familiar, marginación, pero lo más lamentable el riesgo que corren los menores de edad en este tipo de circunstancias.
A las 12:50 de aquel 30 de enero del año 2002, Jorge Rodríguez permanecía solo en su casa, pues hacía tiempo se había separado de su esposa.
Su menor hija, de diez años de edad, acudió al domicilio para ayudarle en los quehaceres domésticos, sin imaginar lo que en ese momento pasaba por la mente de quien le dio la vida y que a la postre la perjudicó para siempre.
En efecto, este sujeto llevó a su hija al final de la reducida vivienda compuesta por tres habitaciones seguidas, una de las cuales era habilitada como cocina, al final la recámara y ahí aprovechando la enorme diferencia física atentó contra la integridad física de la menor.
En la declaración rendida ante el juez segundo penal, destacó el juzgador, Jorge Rodríguez aceptó el incalificable delito, por el cual y si la Ley se cumple, deberá pasar 15 años y nueves meses en prisión.
Pedro Limón comentó que este tipo de asuntos se siguen presentando en la región, pero lo más lamentable son los casos que no se dan a conocer debido a que algunas personas que se enteran no se atreven a denunciarlos.
Incluso, como es sabido, destacó, algunas madres de familia temen denunciar estos hechos por estar amenazadas o bien por perder el sostén económico para ellas y sus familias.