Tercera de cuatro partes
Crece industrias, comercio y servicios: "tenemos buenas escuelas, hospitales, campos de golf, agua suficiente y ahora hoteles y franquicias".
TORREÓN, COAH.- Rafael Rentería Martínez toma su sombrero y lo coloca en sus rodillas antes de hablar de la mujer que lo acompañó en su vida y a quien tuvo que traer de vuelta a Torreón en 1995, cuando la aquejaba “la enfermedad del azúcar”.
Y es que según cuenta, ya “nos habíamos quedado solos, mis hijos todos se casaron y se fueron y así fue como decidimos mi mujer y yo regresarnos para acá a que ella se intentara curar”. Abandonaron Tamaulipas, a donde habían ido a probar suerte luego que huyeron de los problemas que se registraron en el campo lagunero en los años sesenta.
Al llegar a Torreón, la anciana pareja se topó con una ciudad completamente distinta a la que habían dejado treinta años atrás.
“No, al llegar aquí, ya era otra cosa, todo muy cambiado, ya no estaba ‘remolinito’ como antes, ya había casas hasta muy lejos y muchos mercados, comercios”, cuenta con el asombro que le da enfrentar sus 95 años a la realidad de una región que ya había dejado muy atrás su pasado rural y había dado paso a un gran centro urbano, con marcados indicios de cambio de vocación económica.
La terciarización
A principios de los noventa, el sector comercial y de servicios era incipiente. Se desarrollaba básicamente en las tres principales calles del centro de la ciudad (Juárez, Hidalgo y Morelos). Las opciones en los diferentes subsectores eran mínimas. Organización Soriana y Grupo Comercial Cimaco eran las dos fortalezas del sector comercial en La Laguna.
En términos de servicios sobresale la diversidad de los educativos, tanto públicos como privados, factor considerado ventaja competitiva de la región. 1992 termina con una baja, reflejo de las difíciles condiciones agrícolas y ganaderas, actividades que sostenían a un importante sector social.
En 1994, Soriana instala seis tiendas más en la región, para lo cual realizó una inversión de 30 millones de pesos. Paralelo a este desarrollo, ingresan nuevas firmas bajo el concepto de franquicia: Mc. Donalds, Kentucky Fried Chicken, Pizza Hut, Domino’s Pizza. Estas inversiones son realizadas por empresarios laguneros que visualizan un área de oportunidad.
En los siguientes dos años, Wal-Mart de México incursiona en Torreón bajo sus tres principales modalidades: Wal-Mart Supercenter, Sam’s Club y Vip’s, iniciando otro nivel de competencia en el sector comercial y de servicios. Asimétricamente, el comercio regional sufre los embates de la crisis de 1995. Cierran 135 restaurantes y cae el empleo 7.72 por ciento, según datos de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).
En 1997 La Laguna contaba con 16 hoteles —12 localizados en Torreón— siete clubes deportivos, cinco teatros, 17 universidades y 32 clínicas. Las ventas del sector comercial se recuperan ligeramente y se abren 318 fuentes de empleo.
No obstante, en 1998 es cuando surgen novedosos conceptos comerciales, impulsados principalmente por las tiendas de autoservicio. Este período marca un parteaguas comercial. Se expanden las tiendas de conveniencia, los “malls”, las tiendas de autoservicio y las departamentales diversifican sus sistemas de crédito. En la estructura ocupacional el comercio representa el 13.45 por ciento. En 1999 este sector muestra un desdoble significativo en términos de ventas y empleo, impulsado por el auge maquilador.
Aunque el número de negocios es menor, las ventas alcanzan una cifra mayor a los niveles de 1993, ubicado en 34 millones 560 mil pesos.
De 2000 a 2001 se consolidan Plaza Cuatro Caminos, que tiene como tienda ancla a Cimaco, así como Galerías Laguna, con Liverpool y Sears. La inversión conjunta rebasa los 200 millones de dólares, una cifra sin precedentes en Torreón.
En 2001, la construcción del Hotel Posada del Río en Torreón, impulsa el desarrollo del ramo hotelero que se cristaliza en los dos siguientes años. En este año, abren nuevos conceptos de negocios comerciales y de servicios como el Laguna Trade Center. A su vez, se expanden los establecidos, tal fue el caso de Wal-Mart y Organización Soriana, quien planea la inversión de más sucursales y Plaza Fundadores.
En 2002, la inversión al ramo comercial y de servicios alcanza 162 mil 440 millones de dólares y representa el 66 por ciento de la inversión total.
Empuje reciente
El empresario lagunero, Pedro Luis Martín Bringas, habla del empuje que ha tenido el sector comercial en Torreón en los últimos tres años.
“Desde mi punto de vista, esta ciudad estuvo estancada mucho tiempo. No éramos atractivos para otras empresas. Las franquicias que apenas llegan, tenían años en el país, sin embargo, hasta ahora están incursionando”.
Considera que los inversionistas están viendo la oportunidad, en este momento de crisis. Sin embargo, reconoce que el mercado interno está colapsado.
“Decía mi papá, ‘cuando todos frenan, yo acelero’. Si ahorita la gente invierte y le apuesta a Torreón y a México, cuando venga la bonanza todo va a estar listo”, comenta el empresario, hijo de Francisco Martín Borque, fundador de la tiendas de autoservicio Soriana.
Pero Martín Bringas evalúa que la economía torreonense debe diversificarse. “Tienes que estimular la inversión, pero no sólo en el comercio, sino también en la industria”.
Señala que la agroindustria es una gran oportunidad que se tiene que aprovechar, donde el cuidado del agua es fundamental. Detalla que aunque esta región es una de las que menos se ve beneficiada por las precipitaciones pluviales, “en el norte somos la que más agua tiene en el subsuelo”.
En cuanto a proyecciones, el empresario manifiesta que es necesario sentar las bases para el futuro, a un largo plazo, “porque sin liquidez, sin gasto público, es verdaderamente incierto pensar en el corto plazo”.
Martín Bringas además cree que la ciudad va a cambiar y se muestra optimista con los arreglos que se están haciendo en el centro. “El bulevar Independencia será el eje del estímulo que con todos los arreglos que van a hacer, va a levantar hasta la Múzquiz”.
A La Laguna la crisis le llegó tarde, el año pasado no se notaba tanto. “Si los que tienen recursos fueran buenos financieros, actualmente estarían invirtiendo en bienes raíces y activos”.
Para Ramón Iriarte Maisterrena, presidente de Fomento Económico de La Laguna de Coahuila, el crecimiento del sector terciario se debe a las proyecciones que tenía la región años atrás, antes de la desaceleración. “Seguramente esta inversión estaba planeada desde hace cuatro años, cuando el país y la región tenían un desarrollo fuerte”.
Además, agrega que a pesar de todo el desarrollo comercial y de servicios, a la región le ha faltado la inversión en la industria, específicamente en la manufactura. Y reconoce estar preocupado por la pérdida de la competitividad que tiene la región y el país.
Javier Federico Ramos Salas, empresario lagunero, quien recientemente hizo una inversión para la construcción de la plaza comercial San Luciano, asegura que Torreón estuvo muy estancada por mucho tiempo, “no había muchas opciones de compra o para comer”.
Para él, el flujo de inversiones se debe a la consolidación de la región como polo de desarrollo, primero industrial y ahora comercial y de servicios.
Además, destaca que el crecimiento de toda La Laguna ha contribuido a que exista una mayor demanda de servicios. “Considero que La Laguna con maquila y sin maquila, con algodón o sin algodón, va crecer”, dice tajante.
Por su parte, Martha Orduña Rodríguez, corredora de bienes raíces, señala que en La Laguna existe una “calidad de vida imposible” en otras regiones del país. “Tenemos muy buenas escuelas, hospitales, campos de golf, agua suficiente y ahora hoteles y franquicias”.
Reconoce que el sector inmobiliario ha crecido de forma significativa “principalmente porque, comparado con los intereses en los bancos, un bien raíz tiene mayor rendimiento y además tiene una plusvalía con su propiedad”.
Establece que la instalación de varios hoteles obedece a la factibilidad de la región. Aunque reconoce que es preocupante conocer quién va a ocupar esos hoteles.
Con respecto al desarrollo comercial y de servicios, señala que ha sido impresionante. “Hice todo el estudio hasta octubre del año pasado, donde se podía apreciar el crecimiento tan importante de un año a otro y a los tres meses estaba obsoleto”, comenta.
Sin embargo, tampoco menosprecia el crecimiento residencial en el noreste. “El bulevar Independencia es un sector que está muy bien ubicado y se ha dado un desarrollo positivo y tenemos servicios turísticos y comerciales”.
“¿Algo grande?”
El reciente empuje en el desarrollo económico de la ciudad, sobre todo en la instalación de franquicias, el director de Fomento Económico Municipal, Ricardo Muñoz Rodríguez, lo atribuye a que “existía un déficit en empresas de servicios como hoteles y restaurantes y también en centros comerciales”.
De acuerdo a los análisis que dice que la actual administración ha elaborado, comenta que en donde se observaba más desempleo y problemas de capacidad era en el ramo de servicios. No obstante, reconoce que la inversión no llega a una ciudad tan sólo porque se requiera de ella sino debe haber factores de rentabilidad.
Pero Ricardo Muñoz también lo atribuye a la capacidad de adaptación de los empresarios laguneros frente a situaciones difíciles. “Cuando nuestra región dejó de ser meramente agrícola, empezaron a diversificarse de una manera importante, pero el renglón de los comercios y servicios parece que se quedó un poco atrás”.
A raíz de la instalación de industrias importantes a nivel internacional, las inversiones en el sector terciario fueron atraídas. Y en ellas participan capitalistas laguneros que anteriormente se habían afianzado en otros rubros de la economía.
En cuanto a los rumores que se han manejado a nivel empresarial y en la propia ciudadanía de que ante el empuje que ha tenido la economía municipal en los últimos años pareciera que “algo grande” viene a Torreón, comenta: “lo que se está viviendo no es propiamente una sola cosa que sea muy grande, sino que, en realidad, el municipio sigue creciendo sin darnos cuenta... han llegado y seguirán llegando empresas muy fuertes”.
Del famoso Parque de Diversiones de Disney, asegura no tener nada concreto y que incluso, a través de otras organizaciones se les ha cuestionado a los directivos de la empresa y “ellos dicen que no tienen planes de venirse para acá”.
Aunque es poco probable que, por su edad, don Rafael Rentería, quien desde su banca en la plaza recorre con la memoria sus últimos años de estancia en la región, sobreviva para ver si todos esos rumores son ciertos o falsos, él no deja de asombrarse con lo que sus ancianos ojos todavía le permiten ver.
Ha acompañado el crecimiento de esta región en distintas etapas y dice que lo que más le gusta y le llama la atención ahora son los “nuevos mercados” que han estado haciendo. Se refiere a los “malls” o plazas comerciales.
“Antes, cuando uno quería ir a comprar el mandado y la ropa y cosas así pa’ la casa de uno, teníamos que ir a varias partes, andar de allá pa’ acá... hoy, uno va a esos mercados y halla de todo, eso es una cosa que de veras es muy grande”, dice con su voz matizada por el asombro y la curiosidad.
El señor Rentería confiesa que, ya sea a pie o a bordo del auto de uno de sus hijos, le gusta observar cómo la ciudad sigue creciendo.
“Seguido me llevan de paseo por nuevos lugares... siempre son lugares nuevos”, dice antes de enderezar lentamente sus piernas para retirarse paso a paso rumbo a su casa.
Rescate del Centro Histórico
Luis Gurza Jaidar, titular de la Dirección de Planeación, Inversión Pública y Control de Programas, habla acerca de los proyectos que la administración de Guillermo Anaya Llamas tiene para lo que se ha llamado el “rescate del Centro Histórico de la ciudad”.
En este sentido, dice que se tiene contemplado realizar un Proyecto de Ensamblaje, el cual consiste en la puesta en marcha de una decena de obras aparentemente independientes, pero que, en realidad, sean complementarias para cumplir con el objetivo común.
“No pretendemos llevar al centro a ninguna parte, queremos llevar la ciudad hacia el centro de Torreón”, dice Luis Gurza.
La adquisición del Banco de México para utilizarlo como sede del gobierno municipal; la promoción de la inversión en la creación de estacionamientos; hacer subterráneas todas las instalaciones eléctricas, telefónicas y de televisión por cable; el rescate del Canal de la Perla; la construcción del Pabellón Comercial Hidalgo; la remodelación del mercado Alianza y la edificación del Nuevo Alianza; la creación de una estación de autobuses suburbanos; la formación del Fideicomiso de Rescate de Fachadas e Inmuebles Históricos, son algunos de los proyectos que el funcionario cita como “ensamblables”.
Y adelanta que ya se está preparando la contratación para el proyecto central, “de manera tal que se van a tener tiempos, responsables, alcances... una ruta crítica que si bien no podamos ejecutar en este trienio, sí se habrán sentado ya las bases para que se le dé continuidad”.
La instalación de parquímetros y el cambio de uso de suelo del primer cuadro de manera que se permitan las edificaciones habitacionales también entran en la visión de la alcaldía de poder hacer del centro torreonense un punto de confluencia de todos los sectores sociales a los cuales se les pueda ofrecer “un abanico de motivos para visitar el corazón de la ciudad”.
Explica que el punto de partida de los trabajos del Mega Proyecto es la Plaza de Armas. De ahí se iría extendiendo a los alrededores hasta alcanzar a cubrir toda el área del centro de la ciudad.
Acerca de los planes impulsados desde la Iniciativa Privada, Luis Gurza Jaidar comenta que no sólo es posible integrarlos, sino que “resulta necesario hacerlo, además de fomentar su participación en inversión en el sector”.
Por otra parte, el también coordinador del Consejo de Planeación y Desarrollo Municipal (Copladem), comenta que los proyectos y planes que la autoridad municipal ha elaborado en materia de desarrollo son compatibles con los planes Estatal y Nacional de Desarrollo.
“Para realizar el Plan de Desarrollo Municipal 2003-2005, fue necesario estudiar los estructurados por los gobiernos Federal y Estatal, de tal manera que se cumpla con lo ahí previsto, pero además hay que ir haciendo las adecuaciones necesarias para que no exista un desfasamiento”.