La Habana, Cuba.- Para La Embajadora Lajous, 2002 fue un año difícil para las relaciones México-Cuba gracias a varios incidentes penosos, de lo que preferiría no tener que hacer recuento, sin embargo estima que lo importante es ver hacia adelante. La diplomática hace énfasis en el reestablecimiento de las visitas de nivel ministerial y comenta que desde que llegó a La Habana han venido varias personalidades de México, en específico el Dr. Reyes Tamez, secretario de Educación Pública, para estar presente en el Congreso Pedagógico Anual que se realiza en La Habana, Antonio Echevarría, gobernador de Nayarit, acompañando a un grupo muy significativo de maestros y lo más importante de todo, estima, la asistencia de casi 2000 maestros mexicanos para participar en el Congreso de Pedagogía; entre otra serie de visitas de distintas Secretarías de Estado, para vigilar el adecuado cumplimiento de todos los convenios bilaterales entre México y Cuba.
¿Quién es Roberta
Roberta Lajous Vargas es Embajadora de México en La Habana, Cuba.
Hija de Coahuila: Su madre Luz Vargas Burgos de Torreón, y de Adrián Lajous Martínez de Parras.
Egresada de Relaciones Internacionales de El Colegio de México, con Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Stanford, así como estudios de Doctorado por la misma Universidad.
Ha sido Representante Permanente Alterna de México ante la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York, Coordinadora General del Instituto Matías Romero, Embajadora de México en Austria, son sólo algunos de los cargos que en su brillante carrera ha desempeñado, así como innumerables publicaciones. En 1999 recibe la condecoración de la “gran Insignia de oro en Cordón por Méritos a la República de Austria” conferida por el gobierno de ese país.
R.L: En días pasados celebramos en la ciudad de Morelia, Michoacán, la Sexta Reunión Interparlamentaria México-Cuba, donde participaron los legisladores cubanos y sus contrapartes de todos los partidos políticos que están representados en el Congreso de la Unión en México. Fue una reunión muy interesante, se hablaron de los distintos temas que abarca la relación bilateral México-Cuba y también se mencionaron aspectos en los que no hubo acuerdo, pero no obstante ello, en todo momento se reconoció el valor de la discusión y del intercambio que hubo, porque como pueblos amigos hermanados por la historia la geografía y la cultura, nos podemos hablar con mucha sinceridad.
¿Cuáles fueron los puntos en los que no hubo acuerdo entre la delegación mexicana?
En el cómo abordar el tema de los derechos humanos y la democracia.
SIGLO: Recordemos aquella Cumbre en la ciudad de Monterrey en la que la falta de experiencia en materia diplomática de nuestro nuevo Presidente nos puso en una situación muy incómoda. ¡No hay duda que la personalidad del comandante Castro incomoda a unos cuantos! Aunado todo esto a un cambio de política exterior en la forma de votar en los organismos internacionales con respecto a los derechos humanos. En palabras del Embajador de Cuba en nuestro país, lamentó que el “entrañable México” hubiera votado con el “bando contrario”.
¿Qué significado político/diplomático tiene Cuba para México hoy día? ¿Cómo debe entenderse el nuevo enfoque de política de México hacia ese país?
Cuba es un país muy importante para México como lo es México para Cuba, hay que entender que los países vecinos tienen un frecuente intercambio de sus personas, gobiernos y mercancías. Nosotros hemos compartido a lo largo de la historia una forma de ver el mundo, una forma de coincidencia que se expresa hasta en la música. Todos los grupos en México con los que yo he tenido interlocución me han manifestado el interés por mejorar las relaciones con Cuba, inclusive muestran su agrado por el hecho de que el tiempo que yo llevo aquí, se ha marcado por ese mejoramiento de las relaciones.
¿Cómo fuiste recibida en ese momento tú como Embajadora de México por el pueblo cubano?
Con gran alegría y gran aprecio y no nada más por parte del pueblo cubano, sino puedo decirlo también del gobierno cubano, desde que presenté las cartas credenciales en el Palacio de la Revolución, al comandante Juan Almeida, ese mismo día ofrecí una recepción aquí en la residencia de la Embajada de México, a la que asistió el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque para darme la bienvenida.
SIGLO: Bien entrados en la charla pasamos al tema del bloqueo económico de Estados Unidos hacia la isla. Reflexiva, Roberta Lajous ve con tristeza que los grandes logros que ha tenido la Revolución cubana en materia social, educativa y de salud estén en riesgo por una situación económica cada vez más apremiante.
El reciente arribo a Cuba de la barcaza norteamericana Helen III tras 40 años de la ruptura de relaciones entre ambas naciones, ¿supone quizás un intento yanqui por reorientar una política —el embargo— de escasos y muy cuestionables resultados?
Es un hecho que el nivel de comercio bilateral entre Cuba y Estados Unidos, es hoy en día mayor que el comercio bilateral entre México y Cuba. Esto nos debería poner muy claro a los mexicanos lo rápido que está cambiando el mundo con o sin embargo, se están vendiendo muchos alimentos, medicinas y otras materias primas directamente de los Estados Unidos a Cuba; se pagan en efectivo y esto está desplazando oportunidades y opciones para las empresas mexicanas.
De las perspectivas de solución del problema de endeudamiento de Cuba con México ¿Por qué la Isla decidió cambiar el régimen de garantías?
Fue una decisión que tomó el gobierno cubano a raíz de declaraciones que hiciera en su momento el pasado canciller de México y por ello tomó esta determinación de retirar las garantías comerciales y declarar la deuda con México una deuda soberana, esto ha traído problemas con el Banco Nacional de Comercio Exterior, pero afortunadamente ya se han iniciado pláticas para superar estas diferencias de criterio y poder eventualmente volver a restablecer las garantías comerciales.
¿Cuáles son las conquistas más relevantes del gobierno y pueblo cubano ¿Existe alguna que sea viable instrumentar en nuestro país?
Bueno yo creo que es muy admirable el nivel educativo que ha alcanzado el pueblo cubano con la Revolución. El sistema educativo es universal y de excelencia, también son impresionantes los logros en materia de salud: el hecho de que todos y cada uno de los cubanos tengan acceso a un médico familiar y a servicios hospitalarios gratuitos. Importante destacar que aquí hay seguridad, puedes salir a la calle en cualquier ciudad, a cualquier hora de la noche, sin tener ningún problema.
¿Y por ejemplo la antigua Unión Soviética qué queda de esa relación tan fuerte ahora con Rusia?
Bueno, pues en primer lugar ese edificio tan impresionante en la Quinta Avenida que alberga a la Embajada de Rusia y queda también un impacto de muchos años de presencia privilegiada, que hubo de cooperación técnica, en la calle los automóviles Lada, toda la maquinaria y la parte industrial en distintas ramas. Muchas gentes aprendieron hablar idiomas eslavos, no nada más el ruso, el polaco, el eslovaco, también el alemán, de Alemania del Este, así es que realmente en ese sentido, Cuba nos ofrece una visión muy cosmopolita que viene mucho más lejos de lo que nosotros vemos en México.
¿Con respecto al rescate del Centro Histórico, vemos que hay un gran esfuerzo, ¿de dónde va a provenir todo ese capital?,
Hay un régimen fiscal para el centro histórico de La Habana, mediante el cual los impuestos que se captan por el turismo y por los restaurantes, se quedan en la propia Habana Vieja, en la oficina del historiador Eusebio Leal, para futuros proyectos de recuperación de las joyas arquitectónicas. En la medida que haya mas turismo y se gaste más dinero se podrán recuperar otros edificios.
SIGLO: El 14 de diciembre de 1982, el Centro Histórico de La Habana y su sistema de fortificaciones queda inscrito en el índice del Patrimonio Mundial.
Después de vivir en Cuba, tratar a su gente, ¿cuáles serían en el terreno personal, íntimo, los recuerdos y reflexiones que impactan a Roberta Lajous?
El pueblo de Cuba es un pueblo muy cálido, es increíble la admiración y el conocimiento que tienen de México, yo creo que desde que llegué es de las cosas que me han impactado, el que todos los cubanos conocen y saben más de México que lo que la mayoría de los mexicanos saben de Cuba. Siempre que me pongo un traje regional inmediatamente lo reconocen. Hay estaciones de radio que tocan una hora completa de música mexicana, la gente conoce de nuestra comida, hacen muchas preguntas.
Roberta Lajous concluye:
Yo me siento muy satisfecha y muy gratificada por la carrera en el Servicio Exterior Mexicano, me ha dado experiencias maravillosas, la posibilidad de representar a mi país en el extranjero, que es un gran honor, y así lo he sentido, he tenido la fortuna de salir siempre a lugares muy interesantes, de tener trabajos que han significado un reto, la suerte de que el éste ha sido cada vez mayor para con ello irme preparando a la situación y a las circunstancias. Sin duda alguna, que el reto más grande que he tenido en mi vida, es esta Embajada
SIGLO: No cabe duda que la posición de la Embajadora Lajous es delicada, sin embargo una mujer con su trayectoria y visión sólo contribuirá a conformar una relación más creativa y acorde con los nuevos tiempos.
¿Qué pasa con Cuba… y con los cubanos?
Por Andrés Iturbe
El Siglo de Torreón
La Habana, Cuba.- El 2003 amenaza con ser para Cuba otro año de desencuentros en el ámbito internacional. El diferendo en curso con la Unión Europea se suma a los altos costos políticos que el gobierno de Fidel Castro ha debido pagar por los juicios sumarios y severas penas de privación de la libertad a casi 80 disidentes políticos, varios de ellos periodistas y por las sentencias que segaron la vida de quienes, buscando huir de la isla, secuestraron una aeronave.
El 2002 atestiguó un amplio cuestionamiento internacional hacia Cuba por la situación de los derechos humanos y un creciente aislamiento diplomático del gobierno de ese país al convertir en áspera confrontación sus divergencias con diversos gobiernos de América Latina y Europa.
Al tiempo que Cuba pareciera moverse a contrapelo de los tiempos que comprometen con el avance democrático y el respeto a las libertades políticas y sociales de los pueblos, su situación económica y social continúa en franco deterioro. El cierre de casi la mitad de las centrales azucareras ha sido un duro golpe para la economía del país y de los más de quinientos mil desplazados y sus familias. Los altos precios del petróleo han afectado severamente al transporte y la generación de energía eléctrica. La disminución en la producción de tabaco y alimentos y la escasez y elevación de los precios de los productos y servicios ajenos a la cartilla de racionamiento, han golpeado también los apretados bolsillos de los cubanos que reciben, como promedio, salarios mensuales equivalentes a unos diez dólares.
En el terreno social el fenómeno de la dolarización conlleva la creación de mercados marginales e ilegales que benefician en forma dispareja, así como una nueva estratificación que distingue entre quienes obtienen dólares y aquellos que están al margen de las remesas de familiares en el exterior o de las empresas del ámbito turístico y del sector externo. Para complicar las cosas aún más, la deuda externa de Cuba alcanza ya unos treinta mil millones de dólares y aumenta cada día por la incapacidad para cubrirla, lo que cierra el acceso al crédito internacional. Los indiscutibles logros de la revolución en materia de educación, salud, seguridad social y alimentación siguen debilitándose.
En tal contexto no es difícil entender que la disidencia, la oposición y el movimiento por los derechos humanos y políticos en Cuba se nutran día a día tanto por la aspiración legítima como por la inconformidad. Junto al agotamiento del modelo de la revolución las voces por el cambio han crecido en reconocimiento interno y han tomado visibilidad internacional, a pesar de que la socialización y los controles políticos siguen firmes y de que el gobierno persiste en negar la existencia de los reclamos sociales y de la oposición.
El denominado “Proyecto Varela”, respaldado por más de once mil firmas y una manifiesta simpatía en América y Europa, obligó al gobierno de Fidel Castro a una movilización de mayor calibre que desembocó en una reforma constitucional insólita que declaró “irrevocable” el socialismo en Cuba. El “Proyecto Varela” propone la realización de un referéndum dentro del marco jurídico vigente para que se hagan efectivos derechos que la Constitución establece pero que en la práctica no es posible ejercer. No más que eso. Empero, el efecto político está a la vista: a juicio de la disidencia misma, por vez primera el gobierno se ha puesto a la defensiva ante la demanda por la libertad de expresión y de participación en los asuntos de interés colectivo.
Otro componente del escenario en que se debate el presente y el porvenir de Cuba es el notable proceso de cambio que ha experimentado el exilio en Miami. La nación cubana, que se veía hasta hace poco como inexorablemente dividida, se acerca cada vez más a una reconciliación que pudiera abrir vertientes a un cambio pacífico y viable en la isla, cuando el momento llegue… Encuestas recientes confirman que el exilio se ha desplazado consistentemente hacia posiciones cada vez más moderadas y pragmáticas. Los “intransigentes” siguen activos, pero la creciente mayoría moderada –que hoy cubre mas de un 70 por ciento del espectro- coincide en que atrás quedaron las acciones violentas para derrocar al régimen, que hoy la apuesta es en favor de una transición que alimente el reencuentro con el pueblo de la isla, que el centro de la oposición a Castro se ha desplazado de Miami a Cuba y que el liderazgo de una nueva patria surgirá de la isla misma.
Un 79 por ciento de los miembros de la comunidad cubana en Florida prefiere hoy una transición gradual y sin desorden hacia la democracia. Un 56 por ciento aprobaría que se amnistiara a los funcionarios del régimen que cooperaran con esa transición. Un 48 por ciento reconoce que envía dinero a sus parientes en Cuba. Un 58 por ciento considera que los disidentes políticos en la isla son patriotas que merecen apoyo, aún cuando muchos se opongan al embargo comercial de los Estados Unidos y fueran hasta hace poco calificados en Miami como agentes de Castro. Un 52 por ciento de los encuestados opina que las sanciones económicas debieran dejar de ser un capitulo central de la política de Washington hacia la isla y un 46 por ciento dice que debería eliminarse la prohibición a ciudadanos estadounidenses de viajar a Cuba.
Varias y significativas son las razones que explican tal variación en las percepciones y propuestas, impensable hace apenas un lustro. No obstante, más importante es subrayar que tal fenómeno ha comenzado a tener impacto en el pueblo de Cuba, cuya percepción del exilio como una amenaza ha comenzado a cambiar. El mensaje conciliador y realista que sale hoy de Miami se ve reforzado por los intercambios positivos que producen las visitas de exiliados a sus familiares en la isla y los envíos a ellos de dinero, medicinas y otros productos cada vez más necesarios. Varios estudios coinciden en que las remesas han pasado a ser la más importante fuente de divisas de la isla.
Por vez primera existe una corriente de coincidencia entre el exilio moderado y la disidencia moderada en Cuba. El denominado “Proyecto Varela” ha estimulado esa tendencia, al tiempo que ha cambiado el lugar del debate sobre el futuro de la democracia en Cuba de la arena internacional, con Washington y La Habana como actores principales, al espacio cubano en el que Fidel Castro y la disidencia democrática están al centro. En paralelo, la presión internacional que por largo tiempo privilegio el tema del embargo comercial estadounidense hoy desvía buena parte de su energía hacia el capítulo de los derechos humanos en la isla.
Los desencuentros entre los gobiernos de México y Cuba han sido el resultado, tal vez inevitable, de los rumbos distintos que han tomado los dos países en su vida interna e internacional al iniciarse el nuevo milenio. El interés estratégico de México en la isla se verá mejor servido si se actúa con la mirada hacia el futuro y no en función de un pasado que dejó de ser, así permanezca en parte congelado.