MEXICO, D.F., febrero 18 (SUNAEE).- Juan Pablo Quintana, único sobreviviente del multihomicidio de la familia Narezo Loyola, relató paso a paso, la forma en que Orlando Magaña y su cómplice dieron muerte a las siete personas. Con voz apenas audible a causa de la lesión por disparo de arma de fuego que recibió en el cuello, dijo que Magaña y su cómplice ataron a los siete miembros de la familia Narezo Loyola y uno a uno los ejecutaron en la parte alta del inmueble localizado en la colonia Toriello Guerra.
Sin temor a equivocarse, según lo explicó Quintana, señaló a Orlando como la persona que subió a las habitaciones a cada uno de los integrantes de la citada familia y a las trabajadoras domésticas, a quienes ultimaron con disparos de arma de fuego.
"Uno vigilaba y el otro subía a las víctimas para luego ejecutarlas", agregó Quintana ante la mirada penetrante y en ocasiones burlona de Magaña. Detalló cómo fueron atados de pies y manos cada una de las víctimas, entre ellas el jefe de familia, Ricardo Narezo, su esposa, Ricardo hijo y las hermanas Diana y Andrea, así como las dos trabajadoras domésticas.
Ratificó además, que fue Orlando Magaña quien le disparó a corta distancia para privarlo de la existencia, por lo que al creerlo muerto, Orlando huyó del lugar junto con su cómplice en el auto propiedad de la familia.
A pregunta del Ministerio Público y de los abogados tanto del presunto homicida como del sobreviviente, este último inculpó a Orlando Magaña, quien según dijo, al momento de los hechos estaba bajo los influjos de la droga.
Puntualizó el ambiente que se vivió aquel 15 de noviembre en la calle de Cuitláhuac, donde la presencia de Orlando Magaña y su cómplice provocó el temor entre las personas que estaban presentes, mismas que más tarde serían ejecutadas en las habitaciones de la parte alta del inmueble.