Dotará de libros y materiales de construcción a la primaría Zaragoza Sur
Torreón, Coah.- La respuesta: La Secretaría de Educación Pública en Coahuila, se comprometió a proporcionar los libros de texto a los alumnos de la escuela primaria de la colonia Zaragoza Sur. También conseguirán material de construcción y mobiliario.
Cuestionada sobre las condiciones en las que los niños toman sus clases, Élida Solís Amaro, inspectora de la Zona 511 del Estado, responde: “así se han formado muchas escuelas, a base de sacrificios tanto de maestros, alumnos como de los padres de familia, pero esperamos una respuesta”.
Según Élida Solís Amaro, la primera medida fue nombrar a Antonio Gallo García como director. Su encomienda será evitar que los niños sigan estudiando bajo los rayos del sol y trabajen en otras condiciones. Asegura que así se formaron instituciones educativas como la Víctor García Carreño y la Antonia Solís Amaro.
Todas las escuelas, dice, han trabajado en sus inicios en las mismas circunstancias. “Esperamos que ésta salga adelante, el director es un hombre muy activo, él va a hacer todo lo posible porque esta primaria se logre”.
Las gestiones ante el Gobierno del Estado y la Secretaría de Educación Pública en Coahuila, seguirán hasta lograr una escuela digna para los alumnos de la colonia Zaragoza Sur. “Ya el profesor Ferdinando Ramos está enterado y está aprobado el proyecto, nada más falta que nos den la planta de maestros necesaria y terminar de techar los salones”.
El objetivo
Antonio Gallo García es director de la escuela Víctor García Carreño y también lo será de la primaria de la Zaragoza Sur. Asegura que para los niños es mejor tomar clases en su propia colonia para evitar gastos innecesarios a los padres de familia.
En la actualidad, dice, hay diversas gestiones ante la SEP, mismas que ya fueron recibidas y están en estudio. “Contamos con el apoyo de la maestra Élida Solís Amaro, quien va a buscar la manera de que se les dote de libros a los niños, recurrir a las escuelas y bodegas para que cuenten con sillas”.
Y añade: “el objetivo es que los niños estén en su colonia para que no tengan que gastar en pasajes. Los libros serán entregados de manera inmediata, respecto a los maestros tendremos que seguir insistiendo en Saltillo”.
Mientras tanto, dice, los padres de familia con grado de estudios darán clases a sus hijos. “La SEP está al pendiente de todas las necesidades en cuestión educativa”.
Una lucha
Gustavo Rodríguez Argumedo, representante de la colonia Zaragoza Sur, advierte: harán hasta lo necesario para que el Ayuntamiento regularice los terrenos donde construyen la escuela primaria para los niños.
“El director Antonio Gallo nos prometió que traería a gente de Saltillo, de la SEP, para que vengan a ver las condiciones de la escuela y para que le apuren, estamos esperando que acaben las clases para seguir construyendo los salones”.
Y añade: “vamos a apretar hasta donde sea necesario para conseguir el objetivo de tener la escuela al 100 por ciento funcionando”.
Es denigrante para los alumnos, dice, estudiar en aulas a medio construir, sin piso firme y sentados en el suelo. “Nos tocó una administración municipal poco sensible, nunca había visto un Ayuntamiento tan deslindado de la responsabilidad que tiene en el rubro educativo”.
En varias ocasiones, agrega, los colonos han hablado con el Secretario del Ayuntamiento, Alfonso Tafoya, incluso con el alcalde Guillermo Anaya, pero no les interesa y por eso decidieron comenzar a construir la escuela con recursos propios.
El Alcalde, asegura, hasta el momento ni siquiera se ha preocupado en enviar pedazos de hule o sillas para que los niños no estudien en el suelo. “Nada, no ha hecho nada, esperamos una mejor respuesta de la Secretaría de Educación Pública”.
Un poco de realidad...
Torreón, Coah.- Y empezaron las clases: sin maestros, sin libros y sin un lugar donde sentarse. Como profesores tuvieron a sus propios padres. Los alumnos de la escuela primaria de la colonia Zaragoza Sur, iniciaron el nuevo ciclo escolar en el suelo.
A las ocho de la mañana llegaron. Ante la falta de sillas optaron por sentarse en el suelo sin asfalto. Tampoco hubo libros ni profesores. Con los cuadernos recargados en unos adobes o en sus piernas, tomaron apuntes de los dictados de sus padres.
Con los zapatos rotos y los pantalones hechos jirones, tuvieron ganas de tomar sus clases. Algunos usaban los uniformes de las escuelas donde antes estuvieron: la diferencia de telas y colores, predominaba en las aulas de adobe a medio construir.
Sentados en el suelo o en adobes, escuchaban atentos las instrucciones de los padres de familia. De repente se distraían. Y es que las tolvaneras volaban las hojas de los cuadernos o levantaban las faldas de las niñas. También la intromisión de los perros callejeros a las aulas a medio construir, provocaba un poco de desorden.
Mientras tanto, las madres de familia seguían haciendo fila para inscribir a sus hijos. Soledad Torres se quejó de la falta de dinero para mandar a su hija a otra escuela. Aseguró una y otra vez que sería imposible gastar en pasajes y comida todos los días.
“En ocasiones no tengo ni para darles de comer, cómo quieren que los mandemos a otro lado. No podemos, por eso la inscribí en esta escuela, de verdad a veces no encuentro qué darles de comer”.
Para las madres de familia es imposible enviar a sus hijos a otra escuela. La falta de dinero es la causa. Por eso insisten en la necesidad de que el Ayuntamiento entregue las escrituras para poder finalizar la construcción de la primaria en esta colonia.
Llegó la hora del recreo. Sin un árbol que los proteja del sol, los niños se sientan en la tierra a comer sus alimentos. Algunos con unas piedras que sirven como porterías juegan mientras las clases comienzan otra vez.