Ante el índice cada vez mayor de embarazos en jovencitas menores de 18 años, el Instituto Mexicano del Seguro Social, realiza campaña de difusión para orientar a la juventud duranguense, sobre la importancia de no iniciar una vida sexual activa, antes de que el organismo haya alcanzado la madurez requerida.
A decir del jefe de ginecología y obstetricia del Hospital General Regional del IMSS, Juan Carlos Ayala Luna, los jóvenes cada vez son más precoces, pues gradualmente la edad de iniciación de la vida sexual activa, es más temprana. De acuerdo a estudios realizados por el Instituto, hace 20 años, el promedio era de 18 años de edad y en la actualidad bajó a los 15.4, con tendencia a decrecer. Lo más grave son los nacimientos que a nivel nacional, en el 2000, fueron 366 mil en madres de 19 años de edad o menos.
La prevención del embarazo no planeado en las adolescentes, constituye un desafío, ya que la fecundidad precoz representa riesgos de salud en la madre y de su descendencia, especialmente por la falta de madurez orgánica, además de que limita las oportunidades de desarrollo personal.
En el estrado, el comportamiento de los jóvenes no es diferente a lo que sucede en el ámbito nacional, ya que también las estadísticas y estudios señalan que la vida sexual activa es temprano, y sin restricciones por la cantidad de métodos de planificación familiar que tienen a su alcance.
Ello contribuye a evitar los embarazos no planeados, pero también es necesario que tanto el médico como los padres de familia y en la escuela, les proporcionen información sobre los riesgos de contraer una infección por contacto sexual, y que la mejor opción es la abstinencia cuando no se ha alcanzado la madurez plena.
La falta de educación sexual adecuada a temprana edad está relacionada de manera estrecha con los índices de mujeres jóvenes que desarrollan cáncer cérvico uterino y el papiloma humano, ya que hace 20 años era más común que se presentaran en mujeres de 40 años y más, y hoy hasta de 25 años.