Londres, INGLATERRA.- La incombustible leyenda de Marilyn Monroe, la rubia más famosa del siglo XX y venus de los sueños de muchos hombres, es el centro de una exposición en la County Hall Gallery de Londres que muestra cómo el arte creó un mito inmortal.
La céntrica galería londinense acoge, desde esta semana y hasta el 14 de septiembre, Vida de una Leyenda, una exposición que “desnuda” a la inolvidable actriz estadounidense (1926-1962) al analizar su agitada vida personal y profesional.
La muestra contiene obras de setenta de los muchos artistas que se inspiraron, y que seguirán inspirándose, en la diva de Hollywood, como Andy Warhol, Peter Blake, Henri Cartier-Bresson, Bert Stern o el español Antonio de Felipe.
Se trata de más de 250 trabajos, muchos inéditos, entre los que puede verse numerosas fotografías, algunas hechas por el tercer marido de Marilyn, el dramaturgo Arthur Miller; pinturas, “collages” y videos.
El público también puede contemplar varios trajes de la “venus dorada” siglo XX, como el que vistió en su primera cita con su segundo marido, el jugador de béisbol Joe DiMaggio, así como joyas y dibujos hechos por la propia actriz.
La exposición es, en resumen, un apasionante paseo entre obras artísticas y recuerdos que evocan mucho carmín, champaña, lunares, sexo y, cómo no, la voz intrigante y sensual de Marylin.
El comisario de la muestra, Thomas Levy, que la ha definido como “la más grande jamás dedicada a Marilyn” y que ha tardado dos años en organizar el evento, comentó que la actriz “ha sido toda una inspiración para mucha gente”.
“Al igual que muchas personas, yo siempre he sentido pasión por Marilyn”.
En la County Hall Gallery, el visitante se sumerge en un viaje en el que puede ver a una Marilyn convertida en el león de la Metro Goldwin Mayer e, incluso, tropezarse con una caja de fresones de Huelva (España), una de las obras artísticas dedicadas a la diva.
La sensualidad de la protagonista de películas como Los Caballeros las Prefieren Rubias (1953), domina obras como el cuadro del pintor Mel Ramos titulado Peek-a-boo, en el que aparece la actriz medio desnuda y vista a través de la rejilla de una puerta. Esa pintura trae a la memoria aquella frase célebre, coqueta y muy picante que Marilyn dijo una vez: “Como más cómoda estoy es desnuda”.
El arte español también participa en este homenaje a la legendaria estrella de Hollywood con cuatro pinturas de estilo pop presentadas por artista valenciano Antonio de Felipe.
Por supuesto, la muestra también ofrece imágenes de muchas de sus grandes películas, como Niágara (1953), Los Caballeros las Prefieren Rubias (1953), La Tentación Vive Arriba (1955), Con Faldas y a lo Loco (1959) o El Príncipe y la Corista (1957).
Precisamente su compañero de reparto en El Príncipe y la Corista, Laurence Olivier, confesó una vez que la quiso desde la primera vez que la vio, porque “ella era un raro bicho de la naturaleza, no un genio. Un bicho maravilloso”.
Deseada por medio mundo y hasta por algún presidente de EU, tuvo un sonado romance con John F.Kennedy, Marilyn siempre se resistió a que la encasillasen en la categoría de “guapa tonta” sin aptitudes para la gran pantalla.
“No quiero ni hombres, ni dinero, ni amor, sólo saber actuar”, comentaba.
La exposición, que a partir del 14 de septiembre iniciará una gira de dos años por Australia, Japón y Estados Unidos, también se ocupa de la trágica muerte de la actriz, que, a con 36 años, falleció el 5 de agosto de 1962 por una sobredosis de barbitúricos. Como una paradoja de la vida, en un rincón pueden leerse las siguiente cita de Marilyn: “A veces pienso que sería más fácil evitar la vejez, morir joven. Pero entonces nunca tendrías una vida completa, nunca te conocerías completamente a ti misma”.