24 noviembre 2003
Barcelona, España, (EFE).- Los veterinarios aplicaron hoy la eutanasia a Copito de Nieve, el único gorila albino conocido del planeta, tras constatar en los últimos tres días que empezaba a mostrar signos de dolor, que no lograban ser aplacados con los fármacos habituales.
Se tomó esta "difícil decisión" al ver que el cáncer de piel que padecía desde 2001 empezaba a causarle sufrimiento, dijo en rueda de prensa el presidente del Zoo de Barcelona (noreste de España), Jordi Portabella, quien había anunciado anteriormente que el primate tendría una "muerte digna" y se le ahorraría una larga y dolorosa agonía.
Esta decisión se adoptó después de consultar a "especialistas en primates de todo el mundo" y exponerles el carácter "irreversible" de la enfermedad, agregó Portabella.
La cuenta atrás para el gorila más famoso del mundo se inició hacia las 00.30 hora local de hoy, cuando los médicos que se ocupaban de él le administraron por vía oral un sedante muy potente para preparar el terreno a la posterior eutanasia.
Horas más tarde, hacia las 06.00 hora local, se le inyectó un anestésico general para que el animal no padeciera sufrimiento alguno en el momento de su muerte, que se produjo tras suministrársele por vía intravenosa un producto letal.
Según el jefe de veterinarios del parque zoológico de Barcelona, Jesús Fernández, el cáncer que afectaba al gorila blanco no entorpeció su calidad de vida y sólo "en los tres, cuatro o cinco últimos días" comenzó a dar muestras de dolor, que en las últimas horas había ido en aumento.
En estas últimas jornadas, añadió, "perdimos el control de la enfermedad", ya que el "tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios no era suficiente" para aplacar el sufrimiento físico del animal.
El primate se encontraba desde el pasado miércoles fuera de la exposición al público, después de que en los días anteriores hubiera empeorado su salud, perdiendo más de 10 kilos, y con una herida cada vez más grande bajo la axila, causada por el tumor.
Expertos en Veterinaria consideraron "la mejor opción" la decisión de no administrarle tratamientos agresivos de quimioterapia, pues así se consiguió que el animal pasara los últimos meses de su vida sin los dolores ni efectos secundarios que esa medicación podría haberle producido.
El gorila, que vivió 40 años frente a los 25-30 habituales en estos animales cuando están en un zoo, padecía un carcinoma de células escamosas, muy ligado a la característica del albinismo, consistente en la carencia total de melanina, sustancia esencial para la protección frente a los efectos dañinos de la radiación ultravioleta del sol que le provocaron el cáncer.
Copito de Nieve, que llegó a Barcelona desde Guinea Ecuatorial en 1966 de la mano del etólogo Jordi Sabater Pi, no será disecado ni expuesto en un museo, como se había especulado, y sólo se conservarán algunas muestras de su cuerpo con fines científicos, mientras que el resto será incinerado.
Ya se ha realizado un molde de su cara, manos, pies y pecho con vistas a hacer una escultura "hiperrealista" de este gorila, que se convirtió en uno de los símbolos de Barcelona y que tuvo 21 hijos y siete nietos, todos ellos negros.