POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Indispuestos a seguir tolerando el trato poco humano que según aseguran reciben de sus patrones, trabajadores de la maquiladora Woo Chang de México decidieron salir a la calle para dar a conocer sus inconformidades, manifestándose afuera de la empresa.
Hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, se concentraron a la entrada a la fábrica de camisetas y enfrente; mediante cartulinas blancas en sus manos que mostraban a todo el que pasaba por la calzada Agroindustria de la Plaza Jumbo, hacían saber su malestar.
Marisela Castillo Requejo dijo que en el interior había otros 200 empleados trabajando como cualquier otro día, “es que tienen miedo de perder su trabajo si abren la boca”, según expresó.
Consideró que quienes tomaron la decisión y se sumaron al movimiento es porque ya no soportan el trato que se les brinda en la empresa maquiladora, especialmente de la encargada de Recursos Humanos, Guadalupe Vielma Barajas.
Los jóvenes coincidieron en que dicha persona los insulta y ofende, además de que ejerce un hostigamiento constante sobre ellos, para hacer renunciar sobre todo a quienes ya tienen mayor antigüedad laboral y están en condiciones de exigir que se cumpla con las condiciones laborales adecuadas.
Uno de los aspectos más delicados es que la fábrica ha ido incrementando las metas de producción a cada trabajador, a la vez que ha reducido los precios de sus productos, lo que ha influido en una desmejora progresiva en el ingreso salarial de los obreros.
Patricia Ramírez, quien lleva seis años de antigüedad acumulados en esa empresa, recuerda que en un principio ganaba hasta mil pesos por semana.
En la actualidad, los trabajadores de esa empresa están obligados a cumplir con una meta semanal de producir cinco mil piezas –mil diarias- para ganar 450 pesos semanales; de no hacerlo únicamente se les paga el ingreso mínimo, que es por 280 pesos semanales.
En una ocasión a Hilda Maribel Camacho le pidieron tres mil 700 piezas en una semana, meta que desde luego no pudo cumplir.
Aunque las jornadas laborales corresponden de lunes a viernes de las 7:20 de la mañana a las cinco de la tarde, casi todos los días se quedan hasta las siete u ocho de la noche; en ocasiones también son requeridos para ir los sábados, todo ello sin el pago de ninguna hora extra.
Laura Liliana Aguirre dijo que el gerente de producción, el oriental Miguel Sum, les ha dicho que esto se debe a que los trabajadores están en deuda con la empresa.
Los empleados de Woo Chang de México dijeron que nunca han recibido utilidades y en los últimos cuatro años sólo se les hacía entrega de una mínima compensación.
Otra de las inconformidades es que la fábrica tiene un área de comedor muy pequeña, de manera que quienes no alcanzan silla tienen que salirse a la banqueta para tomar los alimentos que ahí mismo les preparan, con un costo para ellos de nueve pesos el platillo.
El servicio de transporte es deficiente, pues los camiones están en muy malas condiciones y en ocasiones lo suspenden para presionar a los trabajadores.
Según manifestó Jorge Sánchez López, de todas estas irregularidades los japoneses que están al mando de la fábrica sólo les contestan “no entender” lo que les dicen, por lo que solicitaron la intervención de un abogado y promovieron una demanda laboral colectiva.
“Lo que queremos es que nos liquiden de acuerdo con la Ley... no queremos seguir trabajando en esas condiciones”, dijeron.
El jueves se llevaría a cabo una audiencia ante la instancia laboral para tratar de llegar a una solución en el conflicto, pero los representantes legales de la empresa no asistieron.