12/mayo/2003
SEATTLE, (Reuters).- Funcionarios estadounidenses iniciaron el lunes un simulacro de ataque en Seattle que incluyó fuegos reales y bombas falsas para ensayar la preparación de los equipos de emergencia para lidiar con desastres como los del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y Washington.
Una prueba similar, pero esta vez simulando un ataque biológico, se planificó en Chicago la tarde del lunes. El "ataque" en Seattle comenzó alrededor de las 15.00 locales (1900 GMT) con dos explosiones y dos incendios que despidieron columnas de humo negro desde un sector desocupado al sur del centro de la ciudad.
Las primeras decenas de vehículos de emergencia y de bomberos comenzaron a llegar tres minutos después del inicio del "ataque". Los bomberos apagaron los fuegos en 22 minutos, aunque el viento expandió el humo, que portaba material radiactivo falso, a varios kilómetros a la redonda.
El personal de emergencia inspeccionó los escombros de dos casas y varios vehículos bombardeados para hallar "víctimas". Los simulacros, que constituyen el mayor ejercicio de seguridad interna en Estados Unidos, costarán 16 millones de dólares y se prolongarán hasta el viernes en Seattle y Chicago, y luego se trasladarán a Vancouver, en Canadá.
Cientos de policías, bomberos y trabajadores de emergencia participaron en el ataque ficticio con bajos grados de radiación. Un total de 8.500 personas en todo el país tomaron parte en este ejercicio, elogiado por expertos en salud.
"Lástima que no se pueden hacer suficientes ejercicios. Me gustaría ver a cada hospital haciendo al menos cuatro al año", dijo R. Gregory Evans, director del Centro para el Estudio del Bioterrorismo e Infecciones Emergentes en la Universidad de St. Louis.
Hace tres años, un ejercicio similar, llamado "Topoff 1", estuvo plagado de problemas de coordinación y comunicación entre funcionarios de gobiernos locales, estatales y federales. Las agencias gubernamentales gastaron grandes sumas de dinero para rectificar estos errores.
Pero, en vista de los ataques suicidas del 11 de septiembre del 2001, los organizadores del ejercicio esperan ahora obtener mejores resultados en el "Topoff 2".
El ejercicio servirá para analizar la capacidad de respuesta del sistema de emergencias, dijo Howard Levitin, médico de urgencias en Indianápolis, estado de Indiana, que colaboró con el Departamento de Defensa en la preparación contra ataques bioterroristas.
"Dura cuatro horas, hay mucha presión. Crea un grado de respeto y valoración de lo que es realmente un desastre", dijo Levitin.
Los organizadores señalaron que ensayar situaciones imprevistas para sorprender a los participantes en el Topoff 2 era menos importante que probar su capacidad de respuesta general. Pero añadieron que tenían planes de introducir escenas inesperadas durante el ejercicio.