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ROMA, ITALIA.- El Gobierno de Italia anunció ayer que asumiría “medidas drásticas” de seguridad debido a que el país está entre los principales objetivos del terrorismo internacional y ante el creciente riesgo tras los atentados en Estambul, Turquía.
“El riesgo de atentados en Italia ha aumentado y no se excluyen medidas drásticas de prevención”, dijo el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, en declaraciones a la Radio Televisión Pública Italiana (RAI).
Esas medidas “se conocerán cuando sean adoptadas y dependerán del cuadro general de la situación”, señaló Pisanu, quien destacó que el terrorismo ya se encuentra “a las puertas de Europa”, como lo demostraron los atentados en Estambul, Turquía.
Precisó que tras los atentados en Turquía el nivel de vigilancia en Italia se ha intensificado “sobre todo en los objetivos considerados sensibles”.
Intereses bancarios y diplomáticos de Reino Unido en Estambul fueron el jueves pasado blancos de atentados que dejaron 30 muertos y alrededor de 500 heridos.
“También ha sido redoblada la vigilancia en aquellos lugares donde los terroristas pueden reunirse y organizar el ataque”, agregó el funcionario italiano.
Señaló que la situación es monitoreada las 24 horas del día por un grupo interfuerzas que se reúne permanentemente en la sede del Ministerio del Interior.
Pisanu reconoció la existencia de las llamadas “células durmientes” de extremistas islámicos, que podrían activarse en Italia.
El ministro para las Políticas Comunitarias, Rocco Buttiglione, pidió la adopción de un presupuesto de guerra para dar prioridad a la seguridad y la prevención de actos extremistas.
En una entrevista con el diario Il Messaggero, Buttiglione resaltó que se debe pensar en el mayor financiamiento del sistema de defensa y que la prioridad debe ser la seguridad.
En Italia, donde viven entre 600 mil y 800 mil musulmanes sobre una población total de 57.5 millones de habitantes, han sido puestos bajo vigilancia especial las embajadas, sobre todo estadounidense y británica, las aerolíneas, aeropuertos, puertos y las sedes de instituciones del Gobierno.
También es notorio el aumento de la vigilancia de monumentos históricos y de la Ciudad del Vaticano.