EFE
NUEVA YORK, EU.- El último tren que salió del World Trade Center y evitó la muerte a quienes quedaban en el andén antes de caer las Torres Gemelas, regresó ayer al complejo, aunque esta vez para quedarse en una estación temporal construida en la “zona cero”.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el gobernador de Nueva Jersey, James McGreevy, entre otros dirigentes políticos, y familiares de las víctimas efectuaron el viaje inaugural de este sistema ferroviario conocido como el PATH (Port Authority Trans-Hudson), poco antes de que la línea abriera al público, en la que se viajó gratis hasta la medianoche de ayer.
La inauguración del tráfico ferroviario entre el sur de Manhattan y Jersey City, así como de la nueva estación, que también se denomina “World Trade Center Station”, está cargada de simbolismo, no sólo por las circunstancias emocionales sino también por lo que supone en cuanto al proceso de recuperación de esa zona.
Los ocho vagones que poco después de las nueve de la mañana de aquel 11 de septiembre entraron en la estación subterránea para recoger a las personas que quedaban, apenas unos 50 minutos antes de desplomarse la Torre Sur, han sido hoy los protagonistas de un evento histórico para Nueva York.
Los encargados del tráfico ferroviario evitaron con sus decisiones numerosas muertes, al desviar trenes hacia otras estaciones y ordenar la salida urgente de otro, que acababa de llegar al WTC, con todos los pasajeros que pudiera albergar en sus vagones.
Desde aquel día la Autoridad del Puerto, que es propietaria del complejo y opera este sistema de transporte, ha desarrollado una intensa labor para limpiar los dos “tubos” bajo el río Hudson por los que discurren los trenes, que se llenaron de escombros y se inundaron por roturas y la labor de los bomberos para apagar los incendios.
La renovación incluye la sustitución completa de vías, del sistema eléctrico y de señales en el tramo afectado; la restauración de la estación de Jersey City y la construcción de otra provisional en el noreste del espacio que ocupaba el WTC, con una inversión total de 566 millones de dólares.
El gobernador de Nueva York, George Pataki, quien no pudo asistir al viaje inaugural por estar enfermo, comentó durante una reciente visita a las instalaciones que los viajeros no podrán evitar un sentimiento de tristeza al recordar a los seres queridos que murieron, o sus tránsitos por la antigua estación.
“Pero esa tristeza estará mezclada con el orgullo de ver que volvemos fuertes y rápidos, y que tenemos tanta confianza en el futuro”, subrayó.
Hacia la próxima primavera se conocerá el proyecto del arquitecto español Santiago Calatrava, quien junto a un equipo de ingenieros diseña la estación definitiva, que se espera inaugurar en el 2006.
Con una inversión estimada de dos mil millones de dólares, se pretende que sea un avanzado centro de transporte, con múltiples conexiones al sistema de metro y a los aeropuertos neoyorquinos.