23 agosto 2003
BAGDAD, (Reuters).- La ONU reanudó el sábado sus tareas en Bagdad en tiendas de campaña y con contenedores de mercancías colocados junto a los escombros de su cuartel general bombardeado.
A las decenas de trabajadores de las Naciones Unidas que sobrevivieron al atentado con camión bomba el martes, que mató a 24 personas, se les unieron colegas que volaron a Iraq para ayudar a restablecer la misión.
"Hemos venido para ayudar a reanudar las operaciones lo mejor posible", dijo Kevin Kennedy, de la oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, quien llegó el viernes desde Nueva York. "Es duro creer el nivel de destrucción. Tiene que verse para creerse".
A las diferentes agencias de la ONU se les asignaron espacios en filas de tiendas de campaña blancas, oficinas prefabricadas y contenedores para colocar ordenadores y archivos recuperados del edificio devastado.
Se conectaron aires acondicionados en algunas tiendas, mientras que otras quedaron a merced del intenso calor.
Pocos metros más allá, usando excavadoras y pesado equipo de remoción, los soldados estadounidenses continuaron buscando entre los escombros de la explosión que mató al dirigente de la misión de la ONU en Iraq, Sergio Vieira de Mello.
En una ceremonia oficiada el viernes antes de que el cuerpo de Vieira de Mello fuera trasladado desde Bagdad hasta su natal Brasil, un colega dijo que uno de sus últimos deseos fue que la ONU siguiera funcionando en Iraq.
A todo el personal de la ONU en Bagdad se le dio la opción de abandonar el país, pero la mitad decidió quedarse.