El País
LOS ÁNGELES, EU.- Vayan acostumbrándose a su apellido impronunciable. Rebecca Romjin-Stamos tiene dos películas en la cartelera: la segunda entrega de X-Men y Femme Fatale, un thriller erótico de Brian de Palma en el que comparte cama con Antonio Banderas.
Como buena californiana, Rebecca se presenta en el hotel Four Seasons con unos vaqueros, una camiseta marcando figura y poco maquillaje. Viene dispuesta a confesar que está encantada con su reciente ingreso en la treintena, que le fascinan los cangrejos de río, según ella un potente afrodisiaco, y adora pasar el tiempo con su marido, el actor John Stamos (el rockero de la serie Padres forzosos).
¿Ha sido duro el rodaje de X-Men 2?
-Es duro enfrentarse todos los días a varias horas de pintura. Tienes que llegar unas horas antes y luego comportarte todo el día como un maniquí azul”.
Para que digan que ser actor es divertido…
-La verdad es que en X-Men no hace falta interpretar demasiado. Pero no te lo tomes por donde no es. Me refiero a que con todo ese maquillaje y los efectos especiales…
Para hacer una película como ésta, vestida sólo con una capa de maquillaje, tienes que estar muy segura de tu aspecto físico.
-Me gusta vivir mi sexualidad. Y me encanta posar para fotos sexys. Odio hacerme la víctima delante de las cámaras.
¿Siempre has tenido tanta confianza en ti misma?
-Siempre he tenido muy claro quién soy. Crecí en Berkeley en los setenta. Pertenezco a esa generación educada por jóvenes que habían salido del Medio Oeste huyendo de un ambiente conservador y que querían romper con el sistema. Fuimos conejillos de indias, nos educaron de una forma nueva. No querían que heredáramos su mie... Nos enseñaron a no tenerle miedo a nada.
¿Dónde vivías de pequeña exactamente?
-Al norte de Berkeley, en una zona de comunas hippies. Vivía al lado del impulsor del movimiento por la libertad de expresión en los sesenta. Iba a clase con sus hijos. Todo eso tiene mucho que ver con el tipo de persona que soy.
Educarse en Berkeley y hacerse modelo puede parecer contradictorio.
-Nadie me hizo sentir culpable. Mi familia estaba convencida de que sabía lo que hacía. De la noche a la mañana, me encontré viajando a sitios preciosos y ganando un montón de dinero. Fue increíble.
Han corrido rumores raros sobre tu marido y tú…
-Casi todos son mentira.
¿Quieres aclarar alguno?
-Claro. Lo de que nos lo montamos en Disneylandia.
¿No es verdad?
-Dije que nos habíamos enamorado en Disneylandia. ¡Y eso se convirtió en que habíamos tenido relaciones sexuales en el parque de atracciones!
Rumor siguiente: ¿Estás criando cabras pigmeo?
-No. Pero una vez lo dije porque tenemos un rancho. Ahora quiero una llama. Estoy en la fase llama.
¿Y es verdad que el rancho había sido un burdel?
-Sí.
Tiene que desprender una energía extraña…
-Extraña pero poderosa. Es como un salón del Oeste. Nos dio buenas vibraciones desde el principio.
Volviendo a los rumores, ¿es verdad que a John le gusta travestirse?
-Eso salió de una fiesta que di en la que los hombres tenían que venir vestidos de mujer y viceversa.
¿Cuál es la mayor mentira que se ha dicho de ustedes?
-Lo de que somos muy liberales. John es muy conservador y eso me ayuda a encontrar el equilibrio. No tengo ningún problema con cosas como los desnudos. Y él me hace ver el otro lado.
¿Tuviste problemas con Melanie Griffith por las escenas de sexo con Antonio Banderas en Femme Fatale?
-No. Lo llevan bien. Los dos son actores y entienden que sólo es trabajo.
Pero otras veces se ha enfadado con las actrices que han trabajado con él.
-Es una reina del drama. La adoro. Y solía estar presente. Si tu marido siempre está rodando es normal que estés con él. John también estaba. Los cuatro salíamos juntos a cenar y a Eurodisney.
¿Hubo sexo en Eurodisney?
-¿No he dejado claro que no hacemos esas cosas?
¿Cómo fue el casting para la actriz con la que tenías que interpretar la escena lésbica?
-Brian de Palma trajo a un montón de modelos, todas guapísimas.
¿Y cómo elegiste?
-Le pedí que le hiciera una prueba a una amiga mía. Pensaba que sería más fácil hacer la escena con alguien conocido. Y mi amiga resultó perfecta para el papel.
¿Te sentiste rara?
-Era una cuestión técnica. Sólo era hacer mi trabajo; fingi-Vivo de eso.
¿No le sentó mal a John, siendo tan conservador?
-John es conservador, pero sabe que el trabajo es el trabajo y él también es acto-Por cierto, hablando de travestirse, lleva seis meses haciéndolo en Broadway para el musical Cabaret.
Las modelos actrices aún despiertan desconfianza…
-Creo que estoy empezando a dejar eso atrás. Pero, cuando empezaba, tener nombre como modelo me convertía en un cero a la izquierda. A la gente le encanta que las modelos fracasen.
¿Por qué crees que es así?
-No sé qué pasa por la cabeza de la gente que odia a las mujeres guapas.
Dime algo que haces bien y algo que haces mal.
-Se me da mal estar despierta hasta tarde. John y yo solemos irnos a la cama sobre las ocho de la noche, lo que nos ha evitado muchos problemas.
¿Y qué se te da bien?
-Se me da bien madrugar y sacar al perro por la mañana. Tengo un pastor alemán.
¿Es así como te mantienes en forma?
-Hago pilates (un método de gimnasia). Me encanta come-Aunque evito algunos platos. Por ejemplo, me encantan los helados y me gustaría acabar todas las comidas con medio litro de Haagen Daaz. Pero no lo hago.
Bella y sensual
La actriz y modelo comenzó a ser conocida por el público cuando su hermoso rostro y escultural cuerpo apareció en portadas de centenares de revistas y pasarelas de moda en Europa y Estados Unidos.
-Nació el 6 de noviembre de 1972 en Berkeley, California (Estados Unidos).
-Mide 1.78.
-Su padre es un holandés fabricante de muebles y su madre, profesora, es americana, pero de ascendencia holandesa.
-Tras culminar sus estudios secundarios, Rebecca comenzó la carrera de música en la Universidad californiana de Santa Cruz, pero los abandonó para trabajar como modelo, siendo protagonista de anuncios publicitarios de marcas tan conocidas como Tommy Hilfiger o Christian Dio.
-Su gran triunfo llegó al ser elegida para la portada del número de los bañadores de la prestigiosa revista de deportes Sports Illustrated.
-A finales de los años 80 comenzó su carrera como actriz en la serie "House of style" y en 1998 debutó en el cine con el largometraje "Dirty Work". Ese mismo año se casó con el actor John Stamos, muy popular por la serie de televisión "Padres forzosos".
-Su dirección para fans es: Rebecca Romijn C/O IMG 170 5th Ave 10th Floor New York NY 10013 USA.
-Pero su popularidad masiva la consiguió con el papel de Mystique en la película X-Men uno de los éxitos grandes de Hollywood en el 2000 y donde Rebecca logra lucir su espectacular fisonomía por debajo de un "traje" a la medida de pintura y caucho.
Se destapa
Segura de las sexys cualidades que le dio la naturaleza, la Mujer Fatal, Rebecca Romjin-Stamos, no tiene ningún problema para quitarse los diminutos bikinis cuando la ocasión lo requiera.
Para la modelo y actriz, quien llegó esta semana a las pantallas con la nueva película del director Brian De Palma, lucir el cuerpo sin ninguna prenda que lo cubra es una costumbre que aprendió en casa.
"Mis padres practican el nudismo, incluso mi padre solía recibir desnudo a mis amigos de la escuela cuando venían a buscarme para salir.
Imagínense la sorpresa de ellos", expresa la actriz, quien junto con Antonio Banderas protagoniza Mujer Fatal, que se estrenó en México el pasado miércoles.
En Mujer Fatal, la actriz le da vida a Laure una seductora y manipuladora nata, que forma parte de una banda de malhechores que comete un atraco en pleno Festival de Cannes .
La chica traiciona a sus compañeros y escapa a París con el botín. Una vez allí, burla a sus compinches tomando la identidad de otra mujer, llamada Lily, con tendencias suicidas.
Durante su escape de Francia seduce en el avión al embajador de los Estados Unidos en el país, Bruce Hewitt Watts, con quien contrae matrimonio y vive tranquila hasta que sus amigos la descubren.
"Es una mujer que fascina tanto más cuanto que no cesa de cambiar de estilo y de identidad", indica. "Se cae cautivo ante ella, intentando en vano dilucidar sus intenciones, y se sucumbe a su encanto y a su erotismo”.