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BUJUMBURA, BURUNDI.-La capital de Burundi, se encuentra bajo un nuevo ataque de los rebeldes hutus de las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL), indicaron ayer fuentes oficiales en el país africano.
El Ministerio burundés del Interior anunció el sábado que las fuerzas gubernamentales habían rechazado el ataque de las FNL y obligado los rebeldes a alejarse a más de 10 kilómetros de la capital.
Pero el domingo, el centro de Bujumbura fue de nuevo bombardeado con proyectiles de mortero disparados de las alturas al este de la ciudad. Según las fuentes, los combates de la semana pasada dejaron 137 muertos entre los rebeldes y la población civil, pero la Cruz Roja Internacional ha recogido más de 200 cadáveres. Más de 80 por ciento de la ciudad está sin luz ni agua potable, y la población está huyendo por temor a que Bujumbura pueda caer en manos de los insurgentes.
Muchos de los muertos han sido recogidos y enterrados, pero en algunas partes de la ciudad los residentes dijeron que los cadáveres aún estaban en las calles."Los cuerpos aún están allí, hay que sacarlos", dijo un residente.
El resto de Burundi ha sufrido luchas frecuentes, emboscadas, secuestros y ejecuciones. Los medios de comunicación locales dijeron que dos trabajadores de los servicios humanitarios habían sido secuestrados en la provincia de Makamba, en el sur, el viernes, cuando rebeldes tendieron una emboscada a su vehículo.
Durante la semana pasada, se ha vivido uno de los peores enfrentamientos en la capital desde que la guerra entre los rebeldes hutus y el ejército comenzara en 1993.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ordenó la víspera la salida del personal "no esencial" de su representación diplomática en la capital e invitó a los ciudadanos estadounidenses a dejar el país "mientras aún haya vuelos comerciales", confirmando los temores de que el aeropuerto de Bujumbura pueda ser cercado en los próximos días.