Reuters
MONROVIA, LIBERIA.-Los rebeldes liberianos capturaron ayer en un ataque con morteros y ametralladoras un puente en las orillas de la capital, causando la huida de residentes de las zonas cercanas al centro de la ciudad, pero el presidente Charles Taylor prometió resistir hasta el final.
El tercer ataque rebelde contra una aterrorizada Monrovia echa por tierra las esperanzas de un rápido despliegue de tropas de paz de África Occidental, y quizás estadounidenses, para que permita la salida del país de Taylor y evitar así nuevos choques sangrientos.
“Los rebeldes están sobre el puente y los combates se desplazan a la cervecería”, dijo una fuente militar, refiriéndose al Puente de San Pablo, a nueve kilómetros del centro de la ciudad. La cervecería está a siete kilómetros.
Miembros de las tropas de Taylor, que sólo controlan un tercio de Liberia, dijeron que no querían arriesgar sus vidas por un hombre que ya ha dicho que dejará el país para asilarse en Nigeria tras la llegada de tropas de paz.
“¿Para qué vamos a luchar? El hombre que estamos tratando de defender ha decidido irse”, dijo uno de ellos, el comandante Klon, cerca de la zona portuaria.
Pero en la noche Taylor declaró en la radio que lucharían hasta el último hombre contra los rebeldes y reiteró que no se iría de Monrovia hasta la llegada de la fuerza de paz.
En su alocución radial, Taylor acusó al presidente estadounidense George W. Bush de socavar al país al exigirle que se vaya mientras continúa la lucha.