La Dirección Municipal de Desarrollo Rural concluyó el proceso de recuperación de los recursos del Programa Crédito a la Palabra del 2002, habiendo recaudado el 80 por ciento del monto total, siendo un millón 600 mil pesos los que se obtuvieron y solamente resta esperar la nueva normativa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para saber si se les reintegra el dinero, o bien, si se procede a generar un fondo de ahorro de los propios productores.
Manuel Sánchez Zamudio, director de Desarrollo Rural del Ayuntamiento, indicó que se procedió a llevar a cabo la recuperación de estos recursos, habiendo concluido el pasado 15 de marzo, de acuerdo con la fecha límite establecida, por lo que se pretendía poder recaudar poco más de 2 millones de pesos, ya que fueron más de mil campesinos del municipio de Durango los que se vieron beneficiados con este programa de Crédito a la Palabra 2002.
Recordó que anteriormente los recursos que se recuperaban por parte del Municipio se canalizaban a la Caja Solidaria de Durango, que es la asociación de crédito que fundaron los propios productores, en donde éstos manejaban el dinero para apoyar a los campesinos socios con créditos baratos para desarrollar diversos proyectos productivos.
Debido a los problemas internos que se han tenido en el Consejo Directivo de la Caja Solidaria, además de que no se firmó el convenio de colaboración para este año, el recurso que ha sido recaudado en esta ocasión no se habrá de canalizar a la Caja Solidaria, especialmente por la solicitud que hicieran los propios campesinos beneficiarios y propietarios de estos recursos.
Manifestó que el Municipio mantendrá en su poder los recursos, un millón 600 mil pesos, en espera de que la Sedesol les gire las nuevas normas de operación, ya sea que este dinero se reintegre a la propia dependencia federal, a cada una de las comunidades rurales que son beneficiarias, o bien, que se pueda generar un nuevo fondo de ahorro en apoyo a los campesinos que han cumplido con el pago de este crédito que les fue otorgado el año pasado como complemento para sacar adelante el ciclo agrícola primavera-verano 2002-2002, a los cuales se les da un plazo prudente para que puedan levantar sus cosechas y las comercialicen, para que restituyan los apoyos del Crédito a la Palabra, dinero que posteriormente se les reintegra a los propios beneficiarios pero en fondos de ahorro para seguir apoyando otros proyectos productivos.