AGENCIAS
SAN ANTONIO TEXAS.- El Gobierno de Texas expresó su rechazo al fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, en el que ordena suspender la ejecución de dos mexicanos que se encuentran condenados a muerte en esta entidad.
El fallo de la Corte no cambia nada, dijo el gobernador de Texas Rick Perry, en una declaración emitida a través de su encargado de prensa, Gene Acuña.
La CIJ ordenó el miércoles a Estados Unidos suspender en forma temporal la ejecución de tres mexicanos y estudiar el caso de otros 48 prisioneros, también condenados a la pena capital, por considerar que existieron irregularidades en su proceso judicial.
Dos de los mexicanos citados en el fallo, César Fierro Reyna y Roberto Moreno Ramos, se encuentran en el pabellón de la muerte en Texas. El tercero, Osvaldo Torres Aguilera, enfrenta el riesgo de ser ejecutado en Oklahoma.
México considera que Estados Unidos y sus diversas entidades han violado los derechos de los reos condenados a muerte al haber omitido notificarles sobre su derecho a recibir asistencia consular al momento de su arresto, como establece la Convención de Viena de 1963.
Sin embargo "de acuerdo con nuestra lectura de la ley y del acuerdo (de la Convención de Viena) no hay autoridad del gobierno federal (Estados Unidos) para prohibir a Texas el ejercitar la ley aprobada por sus legisladores", indicó Perry en la declaración.
Perry dijo creer que el sistema judicial de Texas es justo y aseguró que éste cuenta con las salvaguardas necesarias en las cortes para atender, caso por caso, asuntos como el de la notificación consular.
"El fallo de la Corte no cambia nada", indicó el gobernador.
Texas es la entidad estadounidense que más utiliza la pena de muerte, al haber ejecutado a 295 reos desde que reactivó el castigo capital en 1982.
Unos 496 prisioneros más están sentenciados a la pena máxima y esperan ser ejecutados en esta entidad, 16 de ellos mexicanos.
El frecuente uso de la pena capital le ha valido a Texas continuas críticas de organismos de derechos humanos y lo ha confrontado con varios gobiernos extranjeros, entre ellos México, Alemania y Paraguay.
La última de estas confrontaciones se presentó en agosto del año pasado al ser ejecutado el reo mexicano Javier Suárez Medina, a pesar de múltiples peticiones de clemencia emitidas por las autoridades de ese país.
El presidente de México, Vicente Fox, decidió como consecuencia de la ejecución del connacional, suspender una vista que tenía programada a Texas.
En una entrevista realizada entonces, Perry dijo que debe hacerse conciencia y aceptar que "existen políticas internas en Texas, en Estados Unidos y en México que no vamos a cambiar".
Perry dejó en claro que los ciudadanos mexicanos que vengan a Texas nunca deben esperar recibir un trato especial en esta entidad.
Ellos, expresó en la entrevista, deben saber que nosotros nunca vamos, bajo ninguna circunstancia, a tratarlos diferentes que a uno de nuestros propios ciudadanos o alguien de Oklahoma o de Canadá".