TORREÓN, COAH.- Joven que recibió un balazo en la cabeza, de milagro se encuentra con vida, consciente y lúcido, aunque aún tenía la ojiva incrustada en el cráneo. Pese a la gravedad de la lesión, en el Seguro Social no lo quisieron atender.
Según lo declarado por Damián Castillo Ortega, de 24 años de edad, vecino de privada Insurgentes No. 1018 de la colonia Óscar González de Matamoros, Coah., viajaba a bordo de la camioneta Ford, 1979, caja extralarga, color rojo de su amigo “El Pigi”, quien lo llevaba a su casa.
Eran las 22:00 horas cuando luego de asistir a una reunión donde estuvieron ingiriendo cerveza, llegaban a la privada Insurgentes en los instantes que surgió un pleito en una vivienda cercana a su domicilio y fue cuando escucharon varias detonaciones de arma de fuego.
Es cuando Damián siente que algo lo golpea en la parte de atrás de la cabeza y al tocarse se da cuenta que está sangrando, por lo que su acompañante opta por llevarlo de inmediato a la Cruz Roja de aquella población de donde una ambulancia lo traslada a la clínica 16 del IMSS.
Lo valoran pero no lo atienden
Al llegar al área de Urgencias del Hospital General de Zona No. 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social, los médicos de guardia ordenaron estudios radiográficos para localizar la bala en el cráneo y luego les dicen que se lo lleven a otra clínica.
Es así que Castillo Ortega fue llevado al Hospital Universitario, donde reportaron su ingreso a las 00:50 horas, luego de andar de institución en institución.
María Guadalupe López Martínez, secretaria abogada del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, Mesa Uno, Coordinación “B”, acudió al nosocomio para dar fe de la lesión y se encontró con que Adrián permanecía consciente y lúcido, pese a la herida recibida en la región occipital izquierda.
El reporte médico fue de que es estable su condición y la ojiva se encuentra alojada entre la masa muscular y el hueso, que no llegó a perforar.