Mientras que la Comisión de Actividades Económicas del Ayuntamiento argumentó la existencia de imprecisiones en la lista de propietarios de bolerías, la Unión de Aseadores de Calzado de la CNOP reclamó la autorización de los refrendos de 72 carritos y exigió la apertura para cambiar la propiedad de por lo menos seis módulos de limpieza de zapatos.
Según un monitoreo del organismo municipal vinculados a las actividades comerciales, se detectó que al menos un 40 por ciento de las bolerías estaban arrendadas, es decir, no eran trabajados por los auténticos propietarios establecidos en el padrón, en tanto que el resto estaban funcionando conforme al Reglamento de las Actividades Económicas.
Al respecto, el coordinador del grupo de defunciones del gremio de los aseadores de calzado, Juan Ávalos Rodríguez, aunque reconoció que la Unión extravió documentación de algunos de los socios, la Comisión de Actividades Económicas ha puesto “puras trabas” para refrendar los permisos de funcionamiento para este año, asentó.
Actualmente hay 72 carritos de limpieza de zapatos, de los cuales 23 están en la Plaza de Armas, 17 en la avenida 20 de Noviembre, diez en la Plazuela Baca Ortiz, cuatro en el Jardín San Antonio, tres en el Jardín Morelos y los quince restantes en diversos puntos de la ciudad.
La Unión de Aseadores de Calzado está integrada por 72 propietarios y 30 miembros adherentes o simpatizantes, que esperan una oportunidad para agenciarse la titularidad de una bolería.
En otros años, el cumplimiento del pago de los refrendos estaba concretado antes de marzo, sin embargo, en este ejercicio el trámite se aplazó por lo menos dos meses, puntualizó Ávalos Rodríguez durante una entrevista sostenida ayer con este matutino.
Las viudas no pueden trabajar las bolerías
Hijo del grupo de fundadores de la Unión y con más de 20 años de trabajar en el aseo de calzado, Ávalos Rodríguez, explicó que al menos seis carritos son propiedad de mujeres viudas, de tal manera que es obvio que tengan que rentar o contratar el funcionamiento del negocio.
“Esta situación debe ser reflexionada por los regidores integrantes de la Comisión de Actividades Económicas”, con la finalidad de propiciar el cambio de propietarios en los casos que se amerite esta situación o refrendar el permiso a las mujeres que no pueden trabajar directamente su carrito de aseo de calzado.
Las esposas o viudas de los aseadores de zapatos, ven como un aspecto patrimonial la posesión de la bolería, sin embargo, el Ayuntamiento a través de la Comisión en cuestión, ha puesto muchas trabajas para concretar los trámites del refrendo y el cambio de propietarios, agregó el entrevistado.
Reconoció que hay socios que trabajan en los puestos de la avenida 20 de noviembre que carecen del permiso o la documentación respectiva, dado que hubo un extravío de papelería, pero desde 1983, la Presidencia Municipal otorgó los permisos para 23 carritos, de los cuales sólo se instalaron 17, pero la actual administración municipal insiste en poner trabas para refrendar las licencias.