GÓMEZ PALACIO, DGO.- Un colchón, un sanitario viejo y un cúmulo de basura diversa, es la escenografía que da la bienvenida al visitante a la colonia Ampliación Sacramento, toda vez que el camión recolector de basura solamente se lleva “lo que quiere”, según los vecinos.
Tránsito Martínez, quien vive por la calle Guadalupe Victoria desde hace nueve años, lamenta cómo la unidad habitacional en la que habita, “va de mal en peor, sobre todo porque hay basura tirada por todos lados y las únicas áreas verdes están muy descuidadas”.
Aunque dijo que el camión recolector de basura sí pasa por la colonia, “solamente se lleva la mitad y deja la otra parte a la vista de todos y al alcance de los perros que rondan por aquí”, al tiempo que señala la esquina entre Guadalupe Victoria y calle Primera donde hay un montón de basura integrada, entre otras cosas, por un colchón y un nauseabundo sanitario.
Mayela Rodríguez comenta que la colonia tiene más de 25 años de fundada, “pero la basura es algo que aquí nos perjudica mucho, además la gente también tiene la culpa, ya que la deja a la vista, pero da coraje que solamente en base a ‘moches’ trabajan”.
También las áreas verdes que se localizan a lo largo de la calle Guadalupe Victoria, están sucias y descuidas. Además de que la hierba crecida permite que los depósitos de basura se acumulen y favorece la creación de la fauna nociva.
La niña Dulce Victoria Trujillo, de siete años de edad, dice que ya no juega en “el parquecito”, desde que le picaron las hormigas en su rodilla y tobillo derecho, “me dolió mucho y me da miedo estar ahí”.
Comenta que siempre hay mucha agua tirada en ese lugar. Pero al tiempo, Mayela, quien es su mamá, explica que se trata de una manguera picada que se utiliza, “disque para regar los árboles, pero es más el charquero que hace, que lo que aprovechan esos pobres árboles”.
La manguera referida envuelve singularmente a un árbol. Por todos lados sale el agua y provoca pequeñas lagunas que según los vecinos, “pueden permitir la llegada del mosquito que provoca el dengue, pues siempre está así”.
Algunas vecinas de los cinco callejones que se integran en esta colonia, argumentan temer por su seguridad porque están completamente oscuros, “parecen boca de lobo y ahora que se acerca el invierno le tememos a los atracos”.
Comentan que hace un mes una vecina fue asaltada por un vago que aprovechó lo oscuro para esconderse, “a la pobre señora le robó lo que llevaba en su monedero que no alcanzaba más que para la cena, pero el susto quién se lo quita”, manifiesta Olga Vargas, quien vive en uno de los callejones que están sin luz y sin pavimentar.