30 octubre 2003
Washington, (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó hoy a México que dé ímpetu a la consolidación fiscal del estado y emprenda la reforma de su sistema tributario, del sector energético, del mercado de trabajo y el sistema judicial.
El Consejo Ejecutivo del FMI emitió estos consejos tras analizar el informe elaborado por un grupo de sus economistas que visitó latinoamericano.
"Los desafíos clave para el futuro serán la diversificación de las fuentes de crecimiento económico y el fortalecimiento de las perspectivas de crecimiento a medio plazo suficientes para alcanzar una reducción adicional significativa de la pobreza", afirmó el Consejo en un documento publicado hoy con sus conclusiones.
Para ello, el Fondo instó a las autoridades mexicanas a "retomar rápidamente el proceso de consolidación fiscal y agilizar la puesta en marcha de reformas estructurales que aumenten la productividad, áreas en las que el reciente progreso ha sido desalentador debido a las dificultades para establecer el consenso político necesario".
Para avanzar por este camino, el organismo recomienda al Gobierno del presidente Vicente Fox redoblar sus esfuerzos para convencer a la sociedad de la importancia de estas reformas.
El FMI afirmó que el ritmo de la consolidación fiscal ha sido más lento de lo previsto por el plan de medio plazo presentado por las autoridades el año pasado.
El estado probablemente alcanzará su meta de un déficit aumentado del 3,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), pero sólo gracias a los altos precios del crudo que exporta, predijo el FMI.
Por ello, el organismo recomendó a las autoridades mexicanas que "dé nuevo ímpetu al proceso de consolidación en 2004, a la vez que garantice la gestión eficaz de los ingresos del petróleo".
"A medio plazo, también tendrán que dar respuesta a los desafíos creados por la dependencia significativa de los ingresos del sector público de los precios del petróleo y las crecientes presiones para que gasten más", señala el documento.
El organismo recomendó la adopción de una ley de responsabilidad fiscal, que sería "un marco útil para establecer metas a medio plazo, incluyendo la progresión de la deuda, y para reconciliar los objetivos de la política tributaria, de gastos y del sector social".
Para fortalecer su posición fiscal, el FMI apoyó las propuestas para la reforma tributaria presentadas por el Gobierno.
También alabó a las autoridades por sus intentos de mejorar las normas que regulan la actividad financiera dentro del país.
El Fondo afirmó que los objetivos en este área deben ser el fortalecimiento de la intermediación financiera sin que los bancos asuman "riesgos excesivos" y la simplificación de las reglas financieras para estimular la innovación y la competencia.