Con la renovación del Consejo General del Instituto Federal Electoral, el Consejo de la Unión debe tener mucho cuidado en la designación de los nuevos consejeros y de su presidente, ya que si bien esta institución es de las más apreciadas del México moderno, también deben reconocerse los desaciertos que tuvo, como los casos del ?Pemexgate? y ?Amigos de Fox?.
Lo anterior fue expresado por el diputado del Partido del Trabajo Alfonso Mercado Chávez, quien señaló que es de gran trascendencia para todo el país la renovación de este importante organismo, para seguir impulsando el desarrollo de la democracia y alternancia en el poder.
Indicó que este tema habrá de abordarlo en el Congreso del Estado en la próxima sesión, dada la trascendencia del asunto. La característica principal del IFE es que es un organismo autónomo y ciudadanizado, cualidad que le ha permitido que hoy sea una institución pública, sólida y profesional, que indudablemente goza de la confianza de los mexicanos.
Recordó que la organización del proceso electoral federal del 2000 y sus resultados en que tuvo lugar la alternancia de partido en el poder ha sido la prueba de fuego más reciente e importante del IFE. Por lo anterior, es necesario respaldar a dicho instituto como pilar importante de la democracia en el país en estos momentos en que se renueva su Presidencia, lo que no impide también señalar los yerros y fracasos que ha tenido este organismo.
Explicó que, a la vista de la mayoría de los mexicanos, la elección presidencial de julio del 2000 ha sido empañada por el descubrimiento posterior del uso ilícito de recursos para el financiamiento de las campañas, tanto del candidato del PRI como el del PAN, este último actual Presidente de la República.
Los casos del ?Pemexgate? y ?Amigos de Fox? no sólo empañaron la elección federal del 2000, sino que deslegitiman la actual Presidencia de la República. Las investigaciones del IFE pusieron al descubierto el desvío importante de recursos de Petróleos Mexicanos para financiar la campaña del PRI y en el segundo caso se comprobó la utilización de recursos ilícitos provenientes del extranjero para apoyar a Vicente Fox. La percepción ciudadana en el país es que el IFE no actuó con la debida diligencia y legalidad al investigar los recursos que de manera ilícita se aplicaron en ambos casos.
Por todo lo anterior, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y los grupos parlamentarios que la integran no deben equivocarse al elegir a los ciudadanos que tendrán la responsabilidad de conducir al IFE en sus nuevas tareas, la más importante de ellas, la organización de la elección presidencial del 2006, que implica garantizar una mayor participación ciudadana, reducir el abstencionismo, generar condiciones de equidad para los partidos contendientes y no repetir los errores del 2000.
Explicó el legislador que en nombre de la fracción del Partido del Trabajo se habrá de hacer dicho pronunciamiento en el Congreso del Estado, dada la importancia y trascendencia de la renovación del IFE, donde debe existir interés por parte de todos los mexicanos para seguir conservando esa autonomía y, sobre todo, la ciudadanización del organismo.