10 julio 2003
Gaborone, (EFE).- El presidente de EEU, George W. Bush, reconoció hoy la existencia de "problemas de seguridad" en Iraq, pero insistió en que Estados Unidos "seguirá hasta el final" en este país, pese a los repetidos ataques contra soldados estadounidenses.
Después de reunirse en Gaborone, capital de Botsuana, con el presidente Festus Mogae, en una gira africana, Bush sostuvo, ante una pregunta en una rueda de prensa conjunta, que "la gran parte de los iraquíes están encantados de que Saddam Hussein ya no esté en el poder".
Señaló que "los ataques contra la infraestructura de Iraq son ataques contra el pueblo iraquí", y afirmó que "la afinidad con Saddam Hussein trae la miseria al pueblo iraquí". Agregó que "el pueblo de Iraa está aprendiendo las responsabilidades que conlleva la libertad".
Bush llegó esta mañana a Gaborone desde Pretoria, donde también la prensa le preguntó por Iraq, concretamente sobre la ausencia en ese país de las armas de destrucción masiva, cuya supuesta presencia, según Washington y Londres, hizo necesaria la invasión que lanzaron en marzo pasado.
"No tengo la menor duda en mi mente de que él suponía una amenaza a la paz del mundo e hicimos lo correcto al apartarle del poder", dijo Bush ayer miércoles. "Tengo la plena confianza en que tomé la decisión correcta", insistió.