En alguna parte de lo escrito la semana pasada algo decía yo acerca de lo importante que sería que en esta ciudad se inaugurara un servicio dominical de camiones que hicieran un recorrido de tipo turístico, es decir con guía conocedor de lo antiguo y lo nuevo de Torreón para que lo fuera platicando, destacando sus instituciones más importantes, parando inclusive en sitios especiales para visitarlos o recorrerlos. Esto, decía yo, lo hicieron –no sé si lo seguirán haciendo– en la Ciudad de México allá por los años 70 con gran éxito, puesto que quienes los abordaban no sólo eran turistas sino habitantes de la propia capital que querían recorrerla con la asistencia de guías que les ilustraran al respecto, pues no sólo recorrían la ciudad sino que visitaban algunos museos y los pasajeros recibían en ellos información adecuada de verdaderos profesionales.
En fin, que todo aquello estaba muy bien organizado. Los camiones se estacionaban en el Zócalo, frente a catedral; salían, no recuerdo bien si entre 8 y 9 de la mañana y volvían entre 5 y 6 de la tarde, y el viaje incluía tiempo para comer comida rápida. En Europa este tipo de recorridos también los hay. En París, por ejemplo los hay, o al menos los había, incluso a los cementerios. Los tres más visitados eran los de Montparnasse, Montmartre y el del Pére Lachaise. No es lo mismo visitar los cementerios los días uno y dos de noviembre que cualquier otro día del año. Estos primeros de noviembre su bullicio es de feria, pero en cualquier otra fecha se nos presentan con toda su seriedad y su abandono.
Algunas de las tumbas dan noticias de visitas recientes por las flores secas que lucen sus lápidas y en el recorrido caprichoso que se puede hacer entre sus panteones o monumentos funerarios las lápidas son una clase de historia de la Comarca.
En fin que todo es visitable si se estudia bien un trayecto y se documenta convenientemente. Entre nosotros, por ejemplo el Panteón Torreón, bien estudiado, no sería desechable.
Entiendo que para septiembre del próximo año se abrirá al público la pinacoteca que estará ubicada en el Edificio Arocena y si no lo es para entonces no será por el trabajo de equipo femenino que vienen haciendo a diario María Isabel Saldaña Herrera y su gente.
Pero, también están todas esas colonias nuevas que están surgiendo y prolongando la mancha urbana de nuestra ciudad y que por poca curiosidad que tengamos de ella, lo menos que podemos hacer viviendo en ella es conocerla de “pe a pa” si nos es posible.
Por otra parte, cada vez estamos más cerca del primer centenario de nuestra ciudad. Mucha gente nos visitará para entonces. Muchos visitantes serán ex laguneros a quienes el destino llevó a otras partes de México o a otros países; otros vendrán aprovechando las circunstancias de conocer ese Torreón de que tanto han oído hablar, o del que tanto se hablará para entonces por la circunstancias de su celebración centenaria. Y mientras mejor preparados estemos para mostrarla, nos será más fácil cumplir ese deber.
Hasta mirado como negocio, ir pensando en ese servicio y organizarlo convenientemente las propias líneas de camiones, están a tiempo de aprovechar circunstancias que no se volverán a repetir.