06 agosto 2003
Tokio, (EFE).- El alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, marcó hoy el 58 aniversario de la destrucción de su ciudad por la primera bomba atómica lanzada contra civiles en la historia mundial por Estados Unidos, con un discurso en el que acusó a Washington de "adorar las armas nucleares como si fueran un dios"
En la ceremonia anual para honrar a las víctimas, se agregaron los nombres de 5.050 personas a los fallecidos como consecuencia de la explosión que en la mañana del 6 de agosto de 1945 arrasó la sureña ciudad japonesa, y elevó el total de muertos a 231.920.
El aniversario tiene lugar en medio de la tensión desatada en el nordeste de Asia por el programa nuclear de Corea del Norte y la reanudación de Estados Unidos de la investigación para desarrollar armas atómicas pequeñas.
En la Declaración anual de la Paz, leida ante unas 40.000 personas congregadas en el Parque de la Paz, Akiba, se refirió al inminente colapso del Tratado de No Proliferación de armas nucleares.
"El mundo sin armas nucleares que las víctimas de Hiroshima han buscado por tanto tiempo parece estar desapareciendo bajo nubes oscuras que en cualquier momento pueden convertirse en hongos que vomitan lluvia negra" dijo el alcalde recordando la nube gigantesca en forma de seta que levantó la explosión nuclear y que simboliza la hecatombe sufrida por los pobladores de Hiroshima.
Como "causa principal" del deterioro de la no proliferación de armas nucleares, Akiba señaló la política nuclear de EU que "declarando abiertamente la posibilidad de iniciar ataques preventivos e investigando "mini-armas nucleares" y otras llamadas "invisibles" parece adorarlas con si fueran un dios".
Akiba instó al presidente de EU, George W. Bush, al líder norcoreano Kim Jong Il, y a los dirigentes de otras potencias nucleares a que visiten Hiroshima para que se enteren de lo que es un guerra nuclear. El alcalde se refirió a la necesidad de convencer a las potencias nucleares de que dichos armamentos son "malignos, inhumanos e ilegales bajo la ley internacional".
Respecto a la guerra de Estados Unidos y el Reino Unido contra Iraq, el alcalde dijo que ese conflicto había puesto de relieve la falsedad del precepto de que "la paz se consigue con la guerra" e indicó que los ataques contra el país árabe habían sido llevados a cabo contra la voluntad de multitudes en todo el mundo que pedían una solución pacífica.
Tras urgir a la comunidad internacional para que "la regla de la fuerza sea reemplazada con la regla de la ley" Akiba citó al defensor de los derechos civiles estadounidense Martin Luther King cuando dijo: "La oscuridad no se puede acabar con oscuridad, solamente con luz".
El primer ministro Junichiro Koizumi, quien asistió por tercer año consecutivo a la ceremonia prometió "aumentar sus esfuerzos para abolir las armas nucleares" y reiteró la promesa de mantener la Constitución pacifista de Japón y los tres principios de no producción, posesión o uso de armas atómicas.
Los muertos por la explosión de la bomba atómica sobre Hiroshima sumaron unos 140.000 hasta el final de 1945 y a ellos se sumaron los de Nagasaki, ciudad cercana que tres días después se convirtió en el segundo escenario de un ataque nuclear, también de Estados Unidos.
Las dos explosiones nucleares condujeron a la rendición de Japón ante las fuerzas aliadas el 15 de agosto de 1945 y pusieron fin a la Segunda Guerra mundial.