Los Ángeles, EU.- La trayectoria artística de Benicio del Toro no empezó con la película Traffic, como piensan muchos. Antes de ganar con ella un Oscar como Mejor Actor de Reparto en 2001, el actor puertorriqueño ya había participado en alrededor de 17 cintas realizadas a lo largo de los últimos 20 años.
A lo anterior podríamos sumar, como ejemplo de la intensa actividad desarrollada por Del Toro, las 1,257 audiciones por las que -según él- tuvo que pasar entre el principio y la época por la que actualmente atraviesa su carrera.
Hoy día que los guiones, contratos y ofertas de trabajo se acumulan sobre los escritorios de quienes lo representan, Del Toro recuerda con gran sentido del humor tan difíciles tiempos.
Su más reciente filme es The Hunted. En este thriller dirigido por William Friedkin, comparte créditos con el también ganador del Oscar Tommy Lee Jones (The Fugitive, 1994). Del Toro hace el papel de un conflictivo ex héroe de guerra convertido en asesino, y Jones es su antiguo maestro del Ejército determinado a capturarlo.
Durante una brevísima entrevista con motivo del estreno de la cinta, Del Toro hizo un balance acerca de la forma en que el impulso mágico del Oscar le dio una nueva dirección a todo lo que había venido ocurriendo a su alrededor.
¿Qué cambios produjo en tu carrera haber recibido el Oscar? “Fue como si hubiera vuelto a empezar de nuevo mi vida artística, sólo que esta vez con más suerte y libertad para elegir las películas que quiero hacer”.
¿Cómo has podido manejar la celebridad que te dio el Oscar? “Trabajando y manteniéndome ocupado todo el tiempo. Así no tengo que pensar en la superficialidad que hay en el mundo del cine”.
¿Qué haces cuando no estás filmando? “Me gusta quedarme en casa a leer. No soy una persona muy sociable. Cuando no tengo muchos ánimos como para sentarme a leer voy al gimnasio y hago ejercicio durante algunas horas”.
¿Tienes planeado comenzar a escribir y dirigir tus propias películas? “Todavía no he llegado a ese punto de ansiedad creativa. Tengo ganas de escribir un guión autobiográfico, pero no ahora. Es una idea que todavía estoy pensando cómo poder llevarla a cabo”.
¿Por qué tardaste tanto en volver a participar en un nuevo filme? “Quise tomar unas vacaciones después que pasaron los Oscar. Estar bajo tanta presión social no fue algo muy agradable. Creo que ningún artista nominado para el Oscar tiene idea de todo lo que sucede a partir del momento en que se es elegido para recibir ese premio.
De pronto la vida cambia y uno se convierte en la persona más popular del mundo. Entonces los periodistas quieren hablar contigo todo el tiempo y dejas de tener privacidad y una existencia normal, como la de cualquier otra persona.
Tuve que alejarme algunos meses del cine para poder recuperar la energía que tenía antes”.
¿Qué lugar ocupa en tus planes futuros el cine latino? “Me interesa seguir haciendo buenas películas. Más si éstas tienen una orientación latina. Actualmente estoy participando en un filme que se ajusta a ese perfil”. ¿Cuál es ese proyecto? “Se trata de un filme dirigido por Alejandro González Iñárritu, el cineasta mexicano que hizo Amores perros”.
El título de la película es 21 Grams y también trabaja en ella Sean Penn. Lo único lamentable es que será hablada totalmente en inglés. Ojalá que muy pronto pueda hacer algo así en español.
¿Por qué motivos aceptaste participar en una cinta tan violenta como The Hunted? “Fueron dos poderosas razones las que tuve para hacer esta película: Tommy Lee Jones y William Friedkin. Sin ninguno de los dos jamás habría aceptado interpretar el personaje de Aaron Hallam”.
¿Qué opinión tienes de William Friedkin como director de cine? “Me parece que es un maestro en el arte de narrar historias. Creo que en Hollywood todavía no se reconoce el valor que él tiene. Además de The Exorcist, su película más conocida, Friedkin dirigió The French Connection y To Live and Die in L.A., dos de los mejores filmes que he visto en toda mi vida”.
¿Cómo fue que pudiste transformarte en un hombre especializado en el arte de matar a otras personas? “Recibí un entrenamiento físico y mental muy riguroso antes de comenzar el rodaje. Creo que no lo hice mal. Después de trabajar en The Hunted sé perfectamente cómo sobrevivir en una isla desierta y también en un combate cuerpo a cuerpo”.
¿Qué tan difícil ha sido para ti hacer la transición del cine independiente al que se hace en Hollywood? “Creo que se trata de un proceso de aprendizaje por el que todavía estoy pasando ahora. Quisiera encontrar un punto de equilibrio que me permitiera seguir trabajando en filmes pequeños y creativos y en películas como The Hunted. Pienso que puedo hacerlo. Lo único que necesito es algo de tiempo y un poco de paciencia para alcanzar una situación tan ideal como ésa”.