El gerente de la Casa de Cambio “Iris del Guadiana”, Adolfo Valles Ceja, dio a conocer que en la última jornada del 2002 el precio del dólar estadounidense bajó nueve centavos, respecto al cierre del día anterior, al venderse al menudeo en 10.47 pesos, según la cotización de las principales instituciones bancarias.
El peso mexicano en su valor referencial a 48 horas cerró el martes en 10.3950 unidades por dólar, una ganancia de 6.5 centavos frente a su cierre previo, en la última sesión del año que vio escasa liquidez y que provocó demanda de moneda local, dijeron operadores.
En su balance anual, el peso tuvo una depreciación de 11.88%. En 2002, la moneda mexicana vio su mayor fortaleza en 9.0085 unidades por dólar, el 25 de marzo. El peso osciló el martes entre los 10.495 y 10.39 unidades por dólar, en una sesión en que la mayoría de los inversores no realizaron operaciones, previo al fin de año en que cerrarán los mercados financieros de México.
El peso en su contrato a 24 horas cerró a 10.39 unidades por dólar, mientras que en algunas ventanillas bancarias se vendía a 10.45 unidades por dólar. En lo que va del año, la moneda local acumula ya una depreciación de 12.43 por ciento.
El dólar alcanzó el pasado lunes su máxima cotización en los últimos cuatro años. El billete verde se vendió al mayoreo en 10.46 pesos, lo que representa una depreciación de 15.6 centavos con respecto del cierre del viernes pasado.
El 14 de enero de 1999 la divisa estadounidense se negoció en 10.63 pesos y el precio registrado ayer sería el segundo más alto registrado durante este lapso.
Especialistas financieros atribuyeron la debilidad de la moneda mexicana a la incertidumbre que genera el panorama internacional, ante el temor de un eventual ataque de Estados Unidos a Irak y el nuevo conflicto con Corea del Norte.
A decir de los expertos, otro factor fue la presión que resintieron los precios del petróleo por la disminución en la oferta de crudo por parte de Venezuela.
También influyó la debilidad del dólar frente al euro y el yen, así como la demanda de recursos adicionales por parte de empresas y bancos para cumplir con sus obligaciones financieras en el extranjero antes de que concluya el año.