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TIKRIT, Iraq.- El general estadounidense que dirige la persecución de Saddam Hussein en los alrededores del pueblo natal del fugitivo ex dictador iraquí dijo que éste se mueve constantemente y disfrazado para eludir las patrullas de Estados Unidos.
“Está huyendo. Se mueve cada tres o cuatro horas”, dijo el mayor general Ray Odierno en una conferencia de prensa en su jefatura en uno de los antiguos palacios de Hussein en Tikrit, a orillas del río Tigris.
“Se está moviendo tres y cuatro veces diarias”, dijo Odierno, citando informes de inteligencia. “Yo creo que usa algún tipo de disfraz”.
La 4ta División de Infantería ha lanzado frecuentes redadas alrededor de Tikrit, en busca de los partidarios de Hussein y los guerrilleros que han matado a 53 soldados estadounidenses después de que Washington declaró terminadas las acciones combativas el primero de mayo.
El martes, un contratista civil estadounidense murió en la explosión de una mina algo al norte de Tikrit.
Autoridades en el poblado dijeron que el jueves por la madrugada capturaron a tres presuntos dirigentes guerrilleros en redadas.
Un hombre arrestado durante la noche pudiera ser un “líder a nivel nacional de (las milicias) Fedayeen” que financiaba y armaba a la resistencia armada contra la ocupación estadounidense incluso más allá de Tikrut, dijo el teniente coronel Steve Russell.
El hombre pudiera también estar relacionado con intentos de ataques cerca de fuerzas estadounidenses 24 horas antes, cuando las tropas mataron a un individuo que dijeron que estaba a punto de disparar una granada propulsada, agregó Russell.
Los otros dos detenidos el jueves se cree que eran generales de Hussein y fueron capturados en acciones separadas en una aldea no revelada al sur de Tikrit, 170 kilómetros al norte de Bagdad.
Alrededor de una docena de otras personas eran aún interrogadas.
En Tikrit, mientras tanques Abrams y vehículos blindados sellaban el área y los helicópteros sobrevolaban en lugar en medio de la oscuridad, los soldados subieron las escaleras y comenzaron a golpear todas las puertas.
Después obligaron a los hombres a arrodillarse en la calle, con la cabeza baja y los esposaron. Los intérpretes tradujeron todo un flujo de preguntas.
El principal sospechoso fue trasladado de allí y el resto, unos 38, quedaron de nuevo en libertad.
“Cuando tiramos una amplia red para tiburones también cazamos delfines”, dijo Russell. “Y nos disculpamos”.