POR YOLANDA RÍOS RODRÍGUEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Mientras que en el área urbana se destinaron 170 patrullas en dos turnos a fin de reforzar las vigilancia policiaca, los ejidos del municipio se encuentran en total abandono; las riñas se han incrementado, igual el clandestinaje en la venta de bebidas embriagantes, así como la distribución de drogas.
Así lo denunció la décimo tercer regidora Raquel Aguilar Aguilar, al manifestar su indignación porque “ el alcalde Guillermo Anaya, igualmente el director de Seguridad Pública Javier Gutiérrez Pesquera pregonan el refuerzo de la vigilancia que se hizo en la ciudad, en las colonias residenciales, en las áreas comerciales, pero jamás dicen qué se está haciendo en el campo’’.
La edil, quien representa al medio rural y forma parte de la Comisión de Seguridad Pública dijo que su inconformidad ya fue expresada en reuniones con el resto de esta Comisión, pero “no he recibido respuesta y mucho menos apoyo’’.
Aseguró que hizo el mismo cuestionamiento al director de Seguridad Pública Javier Gutiérrez Pesquera pero sólo recibió algunos comentarios que no concretaron algo.
Raquel Aguilar Aguilar sostuvo que el medio rural, está abandonado en infinidad de servicios básicos, pero el relacionado con vigilancia policiaca, tiene repercusiones sociales realmente alarmantes.
Aseguró que no se sabe en dónde quedaron los policías rurales, qué es lo que hacen, porque “ya ni patrullas de esas se ven en la calle’’.
Por medio de las agrupaciones campesinas y de las visitas que se hacen a esos ejidos, “nos consta que se han incrementado las riñas donde intervienen armas blancas, los pleitos entre pandillas, influenciados por la cerveza y es el mismo caso en lo referente a la distribución de drogas.
En los ejidos, cualquiera vende cerveza, todos los días de la semana, a la vista de todos y ese tipo de negocios prolifera precisamente porque es el que más reditúa.
“Todo esto se lo puedo decir frente a frente al alcalde y a Gutiérrez Pesquera, pero no tiene caso si no vamos a tener respuesta’’.
Aunque andan en las carreteras cercanas, a los Policías de la Preventiva Estatal no le corresponde vigilar, tampoco a la ministerial, son los policías municipales los que tienen la obligación de extenderse a los ejidos.
Ahí, sería bueno que se dieran una vuelta los fines de semana, para que vieran.
“Yo estoy más que indignada y me gana la impotencia de ver el lucimiento de las autoridades municipales, mientras descuidan algo tan importante como la seguridad pública en los ranchos, en los ejidos, como si fuéramos ciudadanos de segunda ‘’.