Raquel Reyes Bretado, Secretaria General del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Tres Poderes del Estado, salió para afrontar a sus detractores y atajar las descalificaciones en su contra con respuestas y señalamientos concretos, tendientes a dejar a salvo su prestigio y evitar que se confunda a los afiliados y la sociedad en general, según lo comentó a El Siglo de Durango.
Negó que haya irregularidades en la administración de los recursos del Fondo para el Retiro, que se creó con la aportación del uno por ciento del salario de los afiliados y con la concurrencia inicial como capital semilla del gobierno estatal. Explicó que el Consejo General de Representantes sindicales ya recibió un informe completo al respecto. Precisó que para disipar cualquier duda se ejecutará una auditoría, pero no solamente a lo que lleva de su gestión, sino desde la que encabezó Sergio Reséndiz, que fue el tiempo en que comenzó a funcionar.
“La escasa cultura de Felipe de Jesús Castro Pérez no le permite realizar una campaña honesta para la renovación del nuevo comité estatal. Lo único que persigue del sindicato es el dinero, ya que fue tesorero en el comité de Villalobos, y abandonó sus funciones antes de terminar, por lo cual inició una campaña de desprestigio en contra del propio Villalobos. Además, acusó a Berta Moreno, encargada del Fondo del Retiro, de que no había recursos. Con engaños posteriormente me convenció de incluirlo en mi planilla en la que quedó nuevamente de tesorero, cargo que también dejó inconcluso”, expresó Raquel Reyes.
Dijo que también se realizará una auditoría a la gestión de Felipe Castro durante el tiempo que fungió como tesorero del actual Comité Ejecutivo para conocer exactamente el destino de tres millones y medio de pesos. “En febrero pasado, cuando le pedimos cuentas de tal cantidad, que se acumuló de noviembre del 2000 a febrero del 2003, se encolerizó y respondió que al único que rendiría cuentas sería a Víctor Hugo Chávez Ramírez, que yo no tengo por qué meterme en sus funciones”.
Afirmó que junto con Enrique Cabada, Víctor Hugo Chávez y Roberto Limas, Felipe Castro pretendió destituirla y asumir ellos la dirigencia del sindicato, “pero nuevamente fracasaron, por lo que abandonaron sus funciones del actual y a partir de julio iniciaron la campaña de desprestigio, ya que su capacidad mental no les permite participar limpiamente en la contienda para renovar el comité, y vuelven a utilizar el mismo cuento de hace tres años”.
A decir de Raquel, su acusador, Felipe Castro, traicionó la confianza que se le dio para administrar las cuotas sindicales de los trabajadores, ya que “únicamente el dinero lo utilizó para su beneficio; pero como es sabido, el sucio nunca sufre; sufre el que cae en la trampa. Su codicia humana lo consume, porque en su desesperación nunca va a alcanzar el triunfo”, enfatizó Raquel.
“Si está preparando la auditoría para la transparencia de los recursos del Fondo de Retiro, me supongo que ahora sí nos va a explicar qué le hizo a los cerca de cuatro millones de pesos, mismos que solamente él recibía de la tesorería estatal, y ni siquiera los cheques entregaba para que los endosara yo, ya que falsificaba mi firma para cobrarlos en el banco. En ningún momento recibí ni un peso de ese dinero; por lo anterior nos daremos cuenta si su interés es servir o servirse”.