23 julio 2003
Washington, (Notimex).- El presidente George W. Bush aseguró hoy que la muerte de los "secuaces" Uday y Qusay Hussein es una prueba de que el anterior régimen iraquí fue derrocado y no regresará".
"Ayer llegaron a su fin las carreras de dos de los principales secuaces del régimen. Los hijos de Saddam Hussein fueron responsables de tortura y asesinatos incontables. Ahora más que nunca, los iraquíes saben que el régimen fue derrocado y no regresará", aseguró.
El mandatario estadounidese sostuvo que en los 83 días posteriores al fin de las operaciones militares mayores, se han logrado "progresos, firmes progresos para restaurar la esperanza" en Iraq.
"Nuestras fuerzas militares están a la ofensiva. Están trabajando con el pueblo iraquí recientemente liberado para destruir los remanentes del viejo régimen y de sus aliados terroristas", remató Bush, acompañado del administrador civil en Iraq, Paul Bremer.
Uday y Qusay fueron reportados muertos ayer por las fuerzas estadounidenses en Iraq. El comandante en jefe de las tropas de la coalición, general Ricardo Sánchez, ofreció este miércoles en Bagdad presentar pruebas de que se trató de los hijos de Hussein.
Bush aprovechó el foro para pedir el apoyo de la comunidad internacional para la reconstrucción de Iraq, en momentos que el tema es analizado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
"Les pido a las naciones del mundo contribuir, militar y financieramente, hacia el cumplimiento de la visión de la resolución del Consejo de Seguridad 1483 de un Iraq libre y seguro", dijo.
El presidente Bush señaló que aún cuando Estados Unidos "ha asumido grandes responsabilidades para el futuro de Iraq, no cargamos estas responsabilidades por sí solos".
En el acto, el presidente estadunidense felicitó a Bremer por su "fino liderazgo" y destacó el hecho de que éste presentó un plan integral para mejorar la seguridad y llevar servicios básicos, desarrollo económico y democracia a Iraq.