El País
Jerusalén.- A pesar de las presiones y el acoso que la comunidad internacional, encabezadas por Estados Unidos, ejercen sobre Hamas, los fundamentalistas palestinos se niegan a dejar las armas. Las negociaciones que la Autoridad Nacional Palestina ha abierto directa o indirectamente con Hamas y otros grupos radicales, para establecer una tregua en la Intifada, quedaron ayer bloqueadas.
Una delegación egipcia, presidida por el general Mustafá Al Bouchir responsable de los servicios secretos, que había intentado durante toda la mañana, en Gaza, llegar a un acuerdo con los dirigentes fundamentalistas para que aceptaran un acuerdo de cese de hostilidades, se vio obligada a retirarse sin alcanzar ningún resultado tangible. Los fundamentalistas se opusieron de manera obstinada a la tregua reclamando como alternativa garantías internacionales claras que aseguren que Israel abandonara la práctica de los asesinatos selectivos de los dirigentes de la Intifada.
El jefe del gobierno palestino, Mahmoud Abbas (Abu Mazen), tenía programada para anoche un nuevo encuentro con los líderes de las 13 organizaciones radicales, para plantearles de manera personal la tregua. Pero antes de que se celebrara el encuentro Abu Mazen optó al mediodía por cambiar de estrategia y enviar a Damasco una delegación para negociar la tregua directamente con Jaled Mashal, máximo responsable del aparato político de Hamas, en el exilio, con la esperanza de que la dirección en el exterior doblegara la obstinación de los dirigentes del interior. La delegación se encuentra presidida por el abogado Jader Skirat, ex director de la organización no gubernamental de derechos humanos, Law. En el equipo de negociadores se encuentran asimismo el parlamentario Faress Madura y el dirigente de Al Fatah en Jerusalén, Ahmed Reimiss.
A pesar de este aparente fracaso en las negociaciones, el ministro de Asuntos Exteriores Nabil Shaat, aseguraba ayer desde Luxemburgo, que se sentía optimista con respecto a la tregua de Hamas, y añadió que presumiblemente se anunciaría hoy.
El acuerdo de alto el fuego de Hamas, es un elemento clave que permitiría para poner en marcha sobre el terreno el proceso de pacificación tal y como esta establecido en el Mapa de Ruta. Esta tregua condiciona además el acuerdo de principio alcanzado este fin de semana por los responsables de seguridad israelíes y palestinos, para proceder a un repliegue de las tropas del norte de Gaza, y presumiblemente Belén, permitiendo a la administración palestina retomar el control de las zonas liberadas.
Por otra parte el Parlamento de Jerusalén aprobó ayer por 56 votos contra 42 las gestiones del primer ministro, Ariel Sharon, con relación al plan de pacificación, con respecto al cual el gobierno israelí ha presentado 14 objeciones. El jefe de gobierno aseguró ante los parlamentarios que ‘no daría nada a los palestinos, mientras durase el terrorismo, la violencia y las incitaciones a la violencia’, pero que a continuación estaría dispuesta a ‘hacer concesiones dolorosas para alcanzar la seguridad y una verdadera paz’.