GÓMEZ PALACIO, DGO.- Después de varios meses, Alicia Murga Calvo y María Elena Díaz pudieron reincorporarse ayer a sus labores como directora y maestra de la escuela primaria “Emilio Carranza”, respectivamente, situación que generó el rechazo de un grupo de personas que advertían con sacarlas del plantel.
La presencia de elementos de la Policía Ministerial fue inminente ante las amenazas de Joel Villarreal, dirigente del Consejo Coordinador Obrero Popular (Cocopo), de sacar a las dos profesoras si ellas no salían por su voluntad, según manifestó la maestra de guardia, Concepción Mireles.
Alrededor de las diez y media de la mañana, acudieron al plantel educativo Alicia Murga y María Elena Díaz, acompañadas por el subdirector de Educación Básica de la Subsecretaría de Educación en la Región Lagunera de Durango, Miguel Gerardo Rivera, así como de Salvador González y Juan Llanas, representantes de la Sección 44 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Tan pronto supieron del retorno, el grupo de oponentes a su regreso se apostó afuera de la escuela.
“Ya no las vamos a dejar que vuelvan a entrar y haremos responsable a la SEP de lo que pase... las niñas tienen miedo de que ellas estén aquí”, dijo Ángeles Zapata, al asegurar que habían convenido con el secretario, Adrián Laveaga, la salida de las siete maestras conflictivas a cambio de la remoción de María Elena Díaz y la directora.
La maestra de guardia indicó que Joel Villarreal se presentó acompañado por un grupo de “cholos”, con la idea de desestabilizar y seguir creando problemas, pero emprendieron la huida cuando se dieron cuenta que enfrente estaban los elementos de la Ministerial y algunos del escuadrón ciclista de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Antes de irse, dijo, las amenazó con sacarlas si ellas no salían de la escuela.
Las autoridades educativas dieron la instrucción de cerrar las puertas del edificio; cuando terminaron las clases, las niñas salían por una de las rejas que se abría y cerraba conforme ellas pasaban.
Madres de familia que aguardaban a sus pequeñas manifestaron que tenían temor de lo que pudiera ocurrir, sobre todo después que algunas le exigían a las demás que apoyaran a la directora y que no se movieran de ahí para no permitir más agresiones, mientras la parte contraria estaba del otro lado, a la espera de que salieran las maestras.
“¿Pues qué paso?”, preguntaban algunas de las mamás cuando notaron que la salida era restringida y que en la acera de enfrente había elementos policíacos.
Fueron ellas quienes custodiaron a Murga Calvo y María Elena Díaz a su salida, mientras el grupo oponente lanzaba gritos y advertía con no permitirles la entrada hoy por la mañana.
Dictamen
La Subsecretaría de Educación hizo válido el dictamen que la Secretaría de la Contraloría y Modernización Administrativa del Estado emitió desde febrero pasado, como resultado de una auditoría que se practicó a la dirección del plantel a petición de un grupo de padres de familia.
Voceros de la dependencia indicaron que para ésta no existe otro acuerdo que las conclusiones de la Contraloría, en el sentido de que Alicia Murga no tenía ninguna responsabilidad en las acusaciones que se le hicieron por supuestos malos manejos de las cuotas de los padres de familia.
Indicaron que la presencia de funcionarios de la Subsecretaría fue para formalizar la reinstalación en el plantel de las dos personas.
Desde marzo pasado, Alicia Murga dejó de presentarse a laborar por recomendaciones de la propia autoridad, mientras que María Elena Díaz tuvo que dejar sus actividades frente a grupo un mes después, cuando el los opositores la empezaron a repudiar porque no permitió que sus alumnas participaran en una manifestación.